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Why I Am Running
Porque me postulo

Why I Am Running

By John Liu


John Liu emigrated from Taiwan at age 5 and is a proud product of NYC public schools, from kindergarten through Bronx Science, a Mathematical Physics major from Binghamton University, and a trained actuary. From 2001-2009, John served as Councilmember and Chair of the Transportation Committee. Prior to public service, John worked in the private sector for 14 years, including as a manager at PWC. John currently lives in Flushing with his wife Jenny and their son, Joey.

John Liu
John Liu

My story is like so many New York stories. It began somewhere else. My family immigrated from Taiwan when I was five years old, looking for the same thing countless families have, including those from Ireland.

Opportunity.

Because that’s the sacred promise New York City made with us.

Come here.

Work hard.

Dream big.

And then work even harder.

And if you do all that, you have the opportunity to make good. That’s the New York City we believed in. And that’s the New York City I’m fighting to bring back.

Some may call my bold vision and plan for New York as drastic. I say recalibrating our City’s priorities is long overdue.

Time to put our City back on the right track.

When New Yorkers elected me as Comptroller in 2009 and granted me the privilege to serve, I promised to work everyday for the people.

In just under four years, I am proud of my record of deliverables: rooted out waste, fraud and abuse from the City’s coffers (including CityTime); produced over $4B in cost savings; amassed over 50% in cumulative returns for the NYC Pension Funds, launched unprecedented transparency into NYC’s $70B budget, and more.

But when you go after powerful people and rich corporations, they’re going to come after you. They have certainly thrown every possible curveball my way.

But let me be clear – we are not backing down.

As mayor—I’ll do what I’ve always done—as a Councilmember and as Comptroller—stand up to every powerful person or entrenched interest who is standing in the way of what’s right. That’s called leadership.

New York City needs to be one city.

Where everyone gets a fair wage and a fair shot.

One city. Where we take care of the needy, and take on the greedy.

One city. Where a family can actually afford the roof over their heads, and not have to fear bullets coming through their window.

One city. Where schools stop closing and grades start rising, where there’s lower class sizes from K to 12, and higher education given to every kid who earns it.

As the father of a seventh grader in public school, as is the case for the millions of fellow parents throughout the City, when it comes to the quality of my son’s education: it’s personal, and there is no limit for better.

With your help, I’ll be a mayor who knows how to be a fiscal watchdog in the face of looming deficits, but knows that it’s never just a matter of cost, but of need.

A mayor not of the one percent—but of the one hundred percent.

Today, my vision for the City may have expanded, but it’s fundamentally the same: Shared prosperity, opportunity, fairness.

Because this city used to make a promise with us—that every single New Yorker can have the opportunity to succeed.

And with you, we’re going to change this City and make sure that that promise is restored.

For more information, please visit www.johnliu2013.com or call 646.490.9818.

Porqué me estoy postulando

Por John Liu


John Liu emigró de Taiwán a los 5 años de edad y es un orgulloso producto de las escuelas públicas de Nueva York, desde jardín de infantes hasta el Bronx Science, es un graduado de la carrera de físico matemáticas de la Universidad Binghamton y un actuario calificado. De 2001 a 2009, John se desempeñó como concejal y presidente del Comité de Transporte. Antes de la administración pública, John trabajó en el sector privado durante 14 años, incluso como gerente de PWC. Actualmente John vive en Flushing con su esposa Jenny y su hijo, Joey.

John Liu
John Liu

Mi historia es como tantas historias de Nueva York. Comenzó en otro lugar. Mi familia emigró de Taiwán cuando yo tenía cinco años de edad, buscando lo mismo que innumerables familias tienen, incluidos los de Irlanda.

Oportunidad.

Porque esa es la promesa sagrada que la ciudad de Nueva York hizo con nosotros.

Ven aquí.

Trabaja duro.

Sueña en grande.

Y luego trabaja aún más duro.

Y si haces todo eso, tienes la oportunidad de hacerla en grande. Esa es la ciudad de Nueva York en la que creíamos. Y esa es la ciudad de Nueva York por la que estoy luchando para traer de vuelta.

Algunos pueden llamar a mi visión audaz y al plan para Nueva York, drástico. Yo digo que debimos recalibrar las prioridades de nuestra ciudad desde hace tiempo.

Es hora de poner a nuestra ciudad de nuevo en el camino correcto.

Cuando los neoyorquinos me eligieron como Contralor en el 2009 y me concedieron el privilegio de servir, prometí a trabajar todos los días para la gente.

En poco menos de cuatro años, me siento orgulloso de mi récord de entregas: erradiqué el despilfarro, el fraude y el abuso de las arcas de la ciudad (incluyendo CityTime), produje más de $4B de dólares en ahorro de costos; acumulé más de 50% en los rendimientos acumulados para los fondos de pensión de la ciudad de Nueva York, lancé una transparencia sin precedentes en el presupuesto de $70B de dólares de la ciudad de Nueva York, y más.

Pero cuando vas tras los poderosos y las corporaciones ricas, ellos van a ir por ti. De hecho, han lanzado cada curva posible en mi camino.

Pero permítanme ser claro: no daremos marcha atrás.

Como alcalde voy a hacer lo que siempre he hecho como Concejal y Contralor, enfrentarme a cada persona poderosa o interés arraigado que esté en el camino de lo que es correcto. Eso se llama liderazgo.

La ciudad de Nueva York tiene que ser una ciudad.

Donde todo el mundo tenga un salario justo y una oportunidad equitativa.

Una ciudad. Donde nos ocupemos de los más necesitados y enfrentemos a los codiciosos.

Una ciudad. Donde una familia realmente pueda pagar el techo sobre sus cabezas y no tenga miedo a que entren balas a través de la ventana.

Una ciudad. Donde las escuelas dejen de cerrar y las calificaciones comiencen a aumentar, donde haya menor tamaño de las clases de K a 12, y la educación superior se brinde a cada niño que lo merezca.

Como padre de un estudiante de séptimo grado en una escuela pública, como es el caso de los millones de otros padres en toda la ciudad, en lo que respecta a la calidad de la educación de mi hijo, es personal, y no hay límite para mejorar.

Con su ayuda, voy a ser un alcalde que sepa ser un perro guardián ante la amenaza del déficit, pero sabiendo que nunca es sólo una cuestión de costos, sino de necesidad. Un alcalde no del uno por ciento, sino el cien por ciento.

Hoy, mi visión de la ciudad puede haber aumentado, pero es fundamentalmente la misma: prosperidad compartida, oportunidad, equidad.

Porque esta ciudad solía hacer una promesa con nosotros: que cada neoyorquino tuviera la oportunidad de tener éxito.

Y con ustedes, vamos a cambiar esta ciudad y asegurarnos de que se restaure esa promesa.

Para mayor información, por favor visite www.johnliu2013.com o llame al 646.490.9818.

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