When elevators mean equity
Cuando los elevadores significan equidad

When elevators mean equity
By Jasón González

For many, the fight for transportation equity is as much about moving up as moving forward.
The 4 Burnside Avenue train station on Jerome Avenue is not accessible, creating hardships for commuters at the busy transit hub, which lies at the intersection of a commercial corridor and is a few blocks from the campus of Bronx Community College (BCC).
The New York Public Interest Research Group (NYPIRG) runs a chapter on BCC campus, and Khrizya Gastelum is a coordinator with the student-directed non-profit.
“We run six different campaigns across the state of New York,” explained Gastelum. “One of our campaigns focuses on the MTA, particularly accessibility as well as the efficiency of the system.”
As Gastelum noted, the Burnside Avenue station does not have escalators or elevators, and the closest accessible subway station, Fordham Road, is almost a mile away from campus.
Residents and advocates, including NYPIRG, have long called on the Metropolitan Transit Authority (MTA) to make the station accessible, creating greater ease of travel for those with mobility issues, older straphangers, and anyone traveling with strollers and other equipment.
This past December, as part of its 2020-2024 Capital Program, the MTA announced an additional 20 subway stations will soon be fully accessible.
The $51 million MTA capital improvement plan included elevators for the Burnside Avenue, Kingsbridge Road and Tremont stations on the B and D line.
Local Councilmember Fernando Cabrera lauded the news at the time.

“The new elevators will help prevent injuries to people of all ages and abilities and make daily life easier,” he said in a statement. “We have achieved a major victory for transportation equality today.”
But the commitment, say advocates, must be backed by action, and they are seeking to keep the pressure on.
“Today, unfortunately across the Bronx, we only have 12 accessible subways,” said Gastelum. “There has been a proposal in the MTA’s five-year capital plan for an elevator at the Burnside Avenue, Number 4 train stop. Unfortunately, as has been the case in the past, construction doesn’t take place because of a lack of funding.”
And so on, Thurs., Feb. 13th, BCC students, including NYPIRG members Ethan Balletta, Bakary Saidysall and Kevin Asomoza, set up shop with signs, pamphlets and a small table on Jerome Avenue to engage passersby to sign onto a petition calling for the full funding allotment needed for an accessible train station.
“We are here today to make sure that the elevator that we proposed for Burnside Avenue is funded,” said Saidysall. “We are asking people for their signature on our petition. I know people that are affected by the train not being accessible. It is really important that they have an elevator here.”
Saidysall said residents were negatively impacted by the lack of access.
“There are so many people that access this station, some that are in wheelchairs, mothers with strollers,” said Saidysall. “Sometimes I see a mom holding a stroller asking [other riders] for help. Other passengers carry the stroller for them up or down a flight of stairs and that’s not right. All they need is an elevator.”
Though the 4 train only has two stops with elevators, the need is particularly acute at the Burnside Avenue station, explained Balletta.

“We are in an area where there are so many things happening,” he said. “We have a health center, the college and yet, there is no elevator. It is an issue on its own and we have to have it fixed as soon as possible.”
The matter is personal for Asomoza, who noted that the lack of accessibility at the train station forces commuters to opt for notoriously unreliable bus service instead.
“There are people in my family that are disabled and they can’t use the train stations to get to where they need to get to,” said Asomoza. “So, in turn they have to rely on buses, the buses are then delayed and they can’t get to where they need to go. I do hold [this issue] dear.”
Dorothy Johnson is no stranger to the issues raised by the students.
The 64-year-old suffers from emphysema and other health-related issues. She relies on an oxygen tank and walking implement to move around – all under the watchful eyes of a home health aide. Johnson says her mobility was key to the independent life she leads – but it is not easy.
“It’s rough, I won’t lie to you, honey,” she said. “You have to walk two flights of stairs. And that’s just to swipe your MetroCard at the turnstile. And then there is more stairs to walk and climb to get to the platform to get on the train. If you’re in a wheelchair or using a walker, you got your work cut out for you, baby.”
For more information, please visit straphangers.org.
Cuando los elevadores significan equidad
Por Jasón González

Para muchos, la lucha por la equidad del transporte se trata tanto de avanzar como de ascender.
La estación del tren 4 de la avenidaBurnside en la avenida Jerome no es accesible, lo cual crea dificultades para quienesviajan diariamente en el concurrido centro de transporte, que se encuentra en la intersección de un concurrido corredor comercial y está a pocas cuadras del campus de Bronx Community College (BCC).
El Grupo de Investigación de Interés Público de Nueva York (NYPIRG, por sus siglas en inglés) dirige un capítulo en el campus de BCC, y Khrizya Gastelum es ucoordinadora de la organización sin fines de lucro dirigida por los estudiantes.
“Realizamos seis campañas diferentes en todo el estado de Nueva York”, explicó Gastelum.
“Una de nuestras campañas se enfoca en la MTA, particularmente la accesibilidad y la eficiencia del sistema”.
Como señaló Gastelum, la estación de la avenida Burnside no tiene escaleras eléctricas ni ascensores, y la estación de metro accesible más cercana, Fordham Road, está a casi una milla del campus.
Los residentes y defensores, incluido NYPIRG, han pedido durante mucho tiempo a la Autoridad Metropolitana de Trabsporte (MTA, por sus siglas en inglés) que haga accesible la estación, creando una mayor facilidad de viaje para aquellos con problemas de movilidad, adultos mayores y cualquier persona que viaje con cochecitos y otros equipos.
En diciembre pasado, como parte de su Programa de Capital 2020-2024, la MTA anunció que 20 estaciones de metro adicionales pronto serán totalmente accesibles.
El plan de mejora de capital de $51 millones de dólares de la MTA incluyó ascensores para las estaciones de la avenida Burnside, Kingsbridge Road y Tremont en las líneas B y D.

El concejal Fernando Cabrera elogió la noticia en ese momento.
“Los nuevos ascensores ayudarán a prevenir lesiones a personas de todas las edades y capacidades y facilitarán la vida diaria”, dijo en un comunicado. “Hemos logrado una gran victoria para la igualdad de transporte hoy”.
Pero el compromiso, dicen los defensores, debe estar respaldado por la acción, y buscan mantener la presión.
“Hoy, desafortunadamente en todo el Bronx, solo tenemos 12 subterráneos accesibles”, dijo Gastelum. “Ha habido una propuesta en el plan de capital de cinco años de la MTA para un ascensor en la parada de tren número 4 de la avenida Burnside. Desafortunadamente, como ha sido el caso en el pasado, la construcción no se lleva a cabo por falta de fondos”.
Y así, el jueves 13 de febrero, estudiantes de BCC, incluidos los miembros de NYPIRG Ethan Balletta, Bakary Saidysall y Kevin Asomoza, montaron una tienda con carteles, panfletos y una pequeña mesa en la avenida Jerome para atraer a los transeúntes e invitarles a firmar una petición para la asignación completa de fondos que senecesitan para una estación de tren accesible.
“Estamos aquí hoy para asegurarnos de que el ascensor que propusimos para la avenida Burnside tenga fondos”, dijo Saidysall. “Estamos pidiendo a las personas que firmen la petición. Conozco a personas afectadas por la falta de accesibilidad. Es realmente importante que tengan un ascensor aquí”.
Saidysall dijo que los residentes se vieron afectados negativamente por la falta de acceso.

“Hay tantas personas que acceden a esta estación, algunas en sillas de ruedas, madres con cochecitos”, dijo Saidysall. “A veces vemos a una madre sosteniendo un cochecito pidiéndole ayuda a [otros pasajeros]. Otros pasajeros les llevan el cochecito arriba o abajo de un tramo de escaleras y eso no está bien. Todo lo que necesitan es un ascensor”.
Si bien el tren 4 tiene dos paradas con ascensores, la necesidad es particularmente aguda en la avenida Burnside, explicó Balletta.
“Estamos en un área donde están sucediendo tantas cosas”, dijo. “Tenemos un centro de salud, la universidad y, sin embargo, no hay ascensor. Es un problema en sí mismo y tenemos que solucionarlo lo antes posible”.
El asunto es personal para Asomoza, quien señaló que la falta de accesibilidad en la estación de tren obliga a los pasajeros a optar por un servicio de autobús notoriamente poco confiable.
“Hay personas en mi familia que están discapacitadas y no pueden usar las estaciones de tren para llegar a donde necesitan”, dijo Asomoza. “Entonces, a su vez, tienen que depender de los autobuses, los cuales se retrasan y no pueden llegar a donde deben ir. Es un tema muy cercano para mí”.
Dorothy Johnson no es ajena a los problemas planteados por los estudiantes.

La mujer de 64 años sufre de enfisema y otros problemas relacionados con la salud. Ella depende de un tanque de oxígeno y un implemento para caminar para poder moverse, todo bajo la atenta mirada de un asistente de salud en el hogar. Johnson dice que su movilidad fue clave para la vida independiente que lleva, pero no es fácil.
“Es duro, no te mentiré, cariño”, dijo. “Tienes que caminar dos tramos de escaleras. Y eso es solo para deslizar tuMetroCard en el torniquete. Y luego hay más escaleras que caminar y subir para llegar a la plataforma para subir al tren. Si estás en una silla de ruedas o usando un andador, tienes que trabajar para lograrlo, bebé”.
Para obtener más información, por favor visite straphangers.org.