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Vacay!
¡Vacaciones!

Vacay!

By Dr. Kathleen M. Pike


There are many mental health benefits to vacation.

For better or for worse, the pandemic has catapulted us into a new way of working. And this new way of working is spurring new models for vacation as well. Keeping up with the times means that we need to evolve in our thinking and practices – not only for work, but also for vacation. Doing so to preserve some fun is certainly a legitimate rationale, but it’s more than that. It will also preserve the mental health benefits of vacation.

1. Vacation is good for our mental health. The mental health benefits of vacation are many, including reducing stress and preventing burnout. A good vacation can increase energy, improve mood, promote creativity and enhance productivity upon return to work. The key is to make vacationing a recurring habit since the mental health benefits of vacation do not last forever. Think of it like sleeping or eating. One night of good sleep will not suffice for the rest of the year. A good meal will not keep you satiated forever. Vacation is the same, it needs to be a practice. Given all the mental health benefits for employees, and thus for their employers, and with technologies available today, it is time to rethink how we take vacation to ensure we reap the mental health rewards.

2. Unlimited vacation policy? The “unlimited” vacation policy experiment has failed to promote healthy practices and mental health. Quite the opposite, as unlimited Paid Time Off (PTO) is associated with employees taking less rather than more time. Less vacation pads the company bottom line in the short-run, but in the long-run, it is associated with higher rates of stress and burnout. Such conditions increase employee turnover, which increases costs to companies over time. It was an interesting experiment, but it is a laggard in terms of mental health benefits for both employees and employers.

Plan ahead.

3. Required vacation policy? In 2008, Société Générale discovered that one of their supposed high-performing employees, Jérôme Kerviel, was not forgoing his holidays out of love for his company. Instead, he was vigilant about not taking time off because he was cooking the books and couldn’t let a day pass without intervening lest his nefarious activity be discovered. The cost to Société Générale was €5bn ($7.4bn). In its wake, banking regulation was put in place that requires employees to be out of the office and away from company systems for two consecutive weeks. The idea is that such disruptions will more easily uncover any irregular behavior. Fortunately, most employees are not up to such fraudulent activity, but required vacation can nonetheless confer benefit by shaping organizational culture and enhancing organizational resilience that is garnered when employees cross-train to cover for each other.

4. Company-wide closure policy? Many countries in Europe have policies that protect the “right to disconnect.” These policies mean that employees can disconnect from work during holidays (as well as evenings and weekends). But the right is not an obligation, and many employees report fear that exercising this right will result in diminished respect from the boss and reduced promotion opportunities. Another alternative, common in France, is to have a policy or practice of a company-wide holiday closure. The benefit of this practice is that everyone is in it together, and those on vacation are not missing meetings or slowing down the team. The result is two-fold: reduced stress while on vacation and upon return to work.

A hybrid model might work.

5. Hybrid holidays? The all-or-nothing framework of work versus vacation largely reflects the reality of the past. For previous generations, when you were at the beach, it was impossible to participate in meetings where the only option to connect with the office was an expensive long-distance call on a hotel landline. Particularly for the knowledge and service sectors today, the rise of remote work may also spawn a new type of holiday. Checking in with the office for a few hours each week while on vacation has the potential to make it more feasible to actually take a break and can reduce the stress of re-entry for many. Where feasible, it may be time to say goodbye to the binary framework of work versus vacation. The challenge will be maintaining boundaries so that the mental health benefits of vacation are not lost.

¡Vacaciones!

Por Dra. Kathleen M. Pike


Las vacaciones tienen muchos beneficios para la salud mental.

Para bien o para mal, la pandemia nos ha catapultado a una nueva forma de trabajar. Y esta nueva forma de trabajar también está impulsando nuevos modelos para las vacaciones. Mantenernos al día significa que necesitamos evolucionar en nuestro pensamiento y prácticas, no solo para el trabajo, sino también para las vacaciones. Hacerlo para preservar un poco de diversión es sin duda una razón legítima, pero es más que eso. También conservará los beneficios para la salud mental de las vacaciones.

1. Las vacaciones son buenas para nuestra salud mental. Los beneficios para la salud mental de las vacaciones son muchos, incluyendo la reducción del estrés y la prevención del agotamiento. Unas buenas vacaciones pueden aumentar la energía, mejorar el estado de ánimo, promover la creatividad y mejorar la productividad al regresar al trabajo. La clave es hacer de las vacaciones un hábito recurrente, ya que los beneficios para la salud mental de las vacaciones no duran para siempre. Piense en ello como dormir o comer. Una noche de buen sueño no será suficiente para el resto del año. Una buena comida no le saciará para siempre. Las vacaciones son lo mismo, tienen que ser una práctica. Dados todos los beneficios de salud mental para los empleados y, por lo tanto, para sus empleadores, y con las tecnologías disponibles en la actualidad, es hora de repensar cómo nos tomamos las vacaciones para asegurarnos de cosechar las recompensas de la salud mental.

2. ¿Política de vacaciones ilimitadas? El experimento de la política de vacaciones “ilimitadas” no ha logrado promover prácticas saludables ni de salud mental. Todo lo contrario, ya que el tiempo libre remunerado (PTO, por sus siglas en inglés) ilimitado se asocia con que los empleados tomen menos tiempo en lugar de más. Menos vacaciones cubren los resultados de la empresa a corto plazo, pero a largo plazo se asocian con mayores tasas de estrés y agotamiento. Estas condiciones aumentan la rotación de empleados, lo que sube los costos para las empresas con el tiempo. Fue un experimento interesante, pero está rezagado en términos de beneficios para la salud mental tanto para los empleados como para los empleadores.

Planifique con anticipación.

3. ¿Política de vacaciones obligatorias? En 2008, la Société Générale descubrió que uno de sus supuestos empleados de alto rendimiento, Jérôme Kerviel, no renunciaba a sus vacaciones por amor a su empresa. En cambio, estaba atento a no tomarse un descanso porque maquillaba las cifras y no podía dejar pasar un día sin intervenir para que no se descubriera su nefasta actividad. El costo para la Société Générale fue de 5,000 millones de euros (7,400 millones de dólares). A raíz de ello, se implementó una regulación bancaria que requiere que los empleados estén fuera de la oficina y de los sistemas de la empresa durante dos semanas consecutivas. La idea es que tales interrupciones permitan descubrir más fácilmente cualquier comportamiento irregular. Afortunadamente, la mayoría de los empleados no están a la altura de tal actividad fraudulenta, pero las vacaciones requeridas pueden, no obstante, conferir beneficios al dar forma a la cultura organizacional y mejorar la resiliencia organizacional que se obtiene cuando los empleados se capacitan mutuamente para cubrirse unos a otros.

4. ¿Política de cierre de toda la empresa? Muchos países en Europa tienen políticas que protegen el “derecho a desconectarse”. Estas significan que los empleados pueden desconectarse del trabajo durante las vacaciones (así como también por la noche y los fines de semana). Pero el derecho no es una obligación, y muchos empleados informan que temen que el ejercicio de este derecho resulte en menos respeto por parte del jefe y menos oportunidades de ascenso. Otra alternativa, común en Francia, es tener una política o práctica de cierre por vacaciones de toda la empresa. El beneficio de esta práctica es que todos participan juntos y los que están de vacaciones no se pierden las reuniones ni ralentizan el equipo. El resultado es doble: reducción del estrés durante las vacaciones y al regresar al trabajo.

Un modelo híbrido podría funcionar.

5. ¿Celebraciones híbridas? El marco de trabajo de todo o nada frente a las vacaciones refleja en gran medida la realidad del pasado. Para las generaciones anteriores, cuando estaban en la playa, era imposible participar en reuniones pues la única opción para conectarse con la oficina era una costosa llamada de larga distancia en el teléfono fijo de un hotel. Particularmente hoy para los sectores del conocimiento y los servicios, el auge del trabajo a distancia también puede generar un nuevo tipo de vacaciones. Reportarse a la oficina durante unas horas a la semana durante las vacaciones tiene el potencial de hacer que sea más factible tomarse un descanso y reducir el estrés del reingreso para muchos. Donde sea factible, puede que sea el momento de decir adiós al marco binario del trabajo frente a las vacaciones. El desafío será mantener los límites para que los beneficios para la salud mental de las vacaciones no se pierdan.

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