The Secret to Succesfully Quit Smoking
Support and Gradual Cessation are Essential
By Akinola Fisher, MD
Have you or someone you know ever tried to quit smoking, without success? According to the New York City Health and Hospitals Corporation (HHC), more than half of smokers try to quit each year, but without support less than 10 percent succeed in the long-term.
Smoking cessation can be tough. But once the decision to quit is made, it may require a personalized treatment plan that can involve nicotine replacement therapy, drug therapy, case management and counseling, so smokers can pursue a healthier, tobacco-free lifestyle.
Smoking is an addiction, and therefore it must be dealt with as such. When a person begins to smoke, he/she increases the nicotine receptors in the brain, which will make the smoker nicotine-dependent.
Just as with any substance abuse, quitting “cold turkey” rarely works. The smoker will likely develop physiological withdrawal symptoms such as anxiety, depression, over-eating, weight gain and nausea; plus other ailments that relate to the emotional aspects of the addiction. Without proper management and support, these symptoms might overwhelm the smoker, leading to relapse.
Records show that quitting with support, on the other hand, as part of a comprehensive and managed long-term program, is the most effective way to win the battle against smoking. “Nicotine Replacement Therapy” consists of reducing the amount of nicotine that a smoker uses overtime, so that withdrawal symptoms are gradual and more manageable.
“Nicotine Replacement” is available in gum, spray, inhaler or patch form. Most cessation plans are generally implemented over 12 weeks, but the length of the treatment might vary depending on the intensity of the addiction, and effective management of the emotional problems that originally triggered it.
Within 20 minutes of quitting, the smoker’s heart rate and blood pressure will drop to more normal levels, according to data released by the NYC Department of Health and Mental Hygiene (DOH). Within 2-3 weeks, the risk of heart attack will begin to drop, plus blood pressure and pulmonary function will start to improve.
In a month, coughing, shortness of breath, and asthma, might decrease drastically. Over the years, smokers who quit will cut the risks of stroke and certain cancers in half. Those who quit have a lower risk of premature death from smoking.
The time to quit is now. HHC in partnership with DOH and the State Department of Health, have established QuitSmoking Clinics to provide smoke cessation kits and support for New Yorkers who want to quit for good. For more information about this and other available cessation methods talk to your doctor, visit www.nychhc.org, or call 311 or the State’s Smokers’ Quitline, 1-866-NY-QUITS.
Dr. Akinola Fisher is the Chief of Ambulatory Care at Lincoln Medical Center.
El Secreto para Dejar de Fumar
Apoyo y ‘cese gradual’ son esenciales
Por Akinola Fisher, MD
¿Has tú, o alguien que conoces, alguna vez intentado dejar de fumar, sin éxito? Según la Corporación de Salud y Hospitales de la Ciudad (HHC por sus siglas en inglés), más de la mitad de los fumadores trata de dejar de fumar cada año, pero sin apoyo, menos del 10 por ciento logra su meta a largo plazo.
Dejar de fumar puede ser difícil. Pero una vez que se ha tomado la decisión de dejar de fumar, podría hacer falta un plan de tratamiento personalizado que podría incluir “terapia de reemplazo de nicotina”, terapia con medicamentos, supervisión de caso y orientación, para que los fumadores puedan entonces llevar un estilo de vida saludable, sin tabaco.
Fumar es una adicción y por lo tanto, debe tratarse como tal. Cuando una persona comienza a fumar, aumenta los receptores de nicotina en el cerebro, lo cual hace al fumador dependiente de la nicotina.
Igual que con cualquier abuso de sustancias, dejar de fumar abruptamente o “en frío” raramente funciona. El fumador probablemente desarrollará síntomas fisiológicos de abstinencia como ansiedad, depresión, comer en exceso, aumentar de peso y náusea; más otras dolencias que están relacionadas con los aspectos emocionales de la adicción. Sin apoyo ni supervisión adecuada, estos síntomas podrían abrumar al fumador y conllevar a una recaída.
A diferencia, las estadísticas demuestran que dejar de fumar con apoyo, como parte de un programa completo y supervisado a largo plazo, es la forma más eficaz de ganar la batalla contra el fumar. “La terapia de reemplazo de nicotina” consiste en reducir poco a poco la cantidad de nicotina que un fumador consume, de modo que los síntomas de abstinencia sean graduales y más manejables.
“El reemplazo de nicotina” está disponible en goma de mascar, aerosol, inhalador o parche. La mayor parte de las terapias generalmente se implementa en un periódo de 12 semanas, pero la duración del tratamiento podría variar según la intensidad de la adicción y el manejo eficaz de los problemas emocionales que inicialmente la provocaron.
Veinte minutos después de dejar de fumar, los latidos del corazón y la presión arterial del fumador, bajarán a niveles más normales, según datos divulgados por el Departamento de Salud de la Ciudad (DOH en inglés). Dentro de 2-3 semanas, el riesgo de ataque cardiaco comenzará a disminuir, mientras que la presión arterial y la función pulmonar comenzará a mejorar.
En un mes, podrían disminuir drásticamente la tos, la dificultad para respirar y el asma. Con el pasar de los años, los fumadores que dejaron la adicción reducirán en 50 por ciento los riesgos de ataque cardiaco y ciertos cánceres, y los que dejaron de fumar tendrán memos riesgo de muerte prematura a causa del tabaco.
El momento para dejar de fumar es ahora. HHC en colaboración con DOH y el Departamento Estatal de Salud de Nueva York, han establecido clínicas para dejar de fumar (QuitSmoking), que proveen kits para dejar de fumar y apoyo para los neoyorquinos que quieren dejar de fumar para siempre. Para más informacióm sobre estos y otros métodos disponibles para dejar de fumar, consulta a tu médico, visita el portal www.nychhc.org, o llama al 311 o la “Línea para Dejar de Fumar del Estado de Nueva York”, 1-866-NY-QUITS.
Dr. Akinola Fisher es jefe de cuidado ambulatorio en el Hospital Lincoln.
