Scraps for SNAP
Sobras para SNAP

Story and photos by Gregg McQueen
It’s at “crisis” level. Emergency food advocates are fearing “draconian cuts” to anti-hunger resources could leave more New Yorkers scrambling for emergency food systems that are already under strain. A new report from Food Bank for New York City (Food Bank), which provides around 62 million meals annually through its network of food pantries and soup kitchens, detailed that thousands of New Yorkers could lose Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP) benefits due to a federal policy imposing a three-month time limit on participation for unemployed SNAP recipients without dependents. With additional federal SNAP cuts threatened by the House of Representatives, and Mayor Bill de Blasio’s preliminary 2018 budget excising $4.9 million from the Emergency Food Assistance Program (EFAP), anti-hunger advocates envision a supply shortage for the city’s food pantries and soup kitchens that will cause hardships for New Yorkers in need. “Food pantries and soup kitchens are the last line of defense against hunger,” said Margarette Purvis, Food Bank President and Chief Executive Officer. “They are where people turn when they have no other resource.” Food Bank released its report on February 7, at an annual conference for hunger-relief workers. As part of the report, Food Bank surveyed its food pantries and soup kitchens to identify its top needs, with more than 73 percent noting food as the most pressing demand, ahead of other operating support. Food Bank’s network of around 1,000 pantries serve around 1.4 million New Yorkers per year. The looming SNAP cuts come three years after significant reductions were already made to the program. Since then, 79 percent of food pantries and soup kitchens continue to see increased visitor traffic, the report said. The food supply can’t keep up with demand, and half of food pantries run out of food within any given month, Purvis said. “The network’s greatest resource is its capacity to service, but you cannot serve from empty shelves,” remarked Purvis. City food pantries and soup kitchens have a median operating budget of less than $25,000 per year, and serve an average of 2,000 people per year, said Triada Stampas, Food Bank Vice President for Research and Public Affairs. “This is the kind of budget that would leave a household of four in poverty,” she said. Stampas explained that pantries have the greatest need for food types that are the most perishable, most expensive and most nutritious, such as fresh produce, meat and dairy. “These are also the food types that are the hardest to procure through donations, which is why it’s so important when we see cuts to our funding from our government sources, it’s important that we speak up about it,” Stampas said. Doreen Rutty, Executive Director of Bronx Bethany Community Corporation, said her organization’s pantry on East 227th Street in Edenwald does not have enough food to keep up with the influx of new clients. Rutty said that the pantry serves more than 200 families per week, who are provided with a food ration to feed a household of no more than four people. “Sometimes clients say, ‘But my household is six,’ [or] ‘My household is seven,’ but if I give them enough for seven, there’s a family behind them that wouldn’t get anything else,” remarked Rutty. Sultana Ocasio, Executive Director of the Muslim Women’s Institute in the Kingsbridge section of the Bronx, said her group’s food pantry is also low on resources. “Every week, we turn away people,” said Ocasio. “People who suffer from hunger and food insecurity in New York City are not a fringe, it’s reached a crisis level.” Nearly one in five residents in New York City rely on food pantries and soup kitchens, and this year, the report said. Stampas said that pantries also have a lack of non-food household items, such as diapers, baby care products, personal hygiene items and cleaning products. “These are expensive for people who are stretching their budget as far as it will go,” she stated. Purvis called on companies who donate products to food pantries to provide more diapers and personal care products in their donations. “Good citizenship is found in donating those goods just as well as donating a can of soup,” she said. For more information, please visit www.foodbanknyc.org or call 212.566.7855.
Historia y fotos por Gregg McQueen
Está en nivel de “crisis”. Los defensores de alimentos de emergencia temen que los “recortes draconianos” a los recursos contra el hambre puedan dejar a más neoyorquinos peleando por los sistemas de alimentos de emergencia que ya están bajo presión. Un nuevo informe del Banco de Alimentos de la Ciudad de Nueva York (Banco de Alimentos), que proporciona alrededor de 62 millones de comidas anualmente a través de su red de despensas de alimentos y comedores comunitarios, detalló que miles de neoyorquinos podrían perder los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) debido a una política federal que impone un plazo de tres meses a la participación de los beneficiarios de SNAP desempleados sin dependientes. Con los recortes federales adicionales de SNAP amenazados por la Cámara de Representantes, y el presupuesto preliminar 2018 del alcalde Bill de Blasio, eliminando $4.9 millones del Programa de Asistencia de Alimentos de Emergencia (EFAP, por sus siglas en inglés), los defensores del hambre prevén una escasez de provisiones para las despensas de alimentos y comedores comunitarios que causará dificultades a los neoyorquinos necesitados. “Las despensas de alimentos y los comedores comunitarios son la última línea de defensa contra el hambre”, dijo Margarette Purvis, presidenta y directora general del Banco de Alimentos. “Es a donde la gente va cuando no tiene otro recurso”. Purvis dijo que los recortes adicionales al financiamiento federal de SNAP podrían hacer que los neoyorquinos pierdan $8 mil millones de dólares durante cinco años en fondos de asistencia alimentaria. El Banco de Alimentos publicó su informe el 7 de febrero, en una conferencia anual para los trabajadores del alivio del hambre. Como parte del informe, el Banco de Alimentos realizó encuestas a sus despensas de alimentos y comedores comunitarios para identificar sus necesidades principales, con más del 73 por ciento observando que la comida es la demanda más urgente, antes de otro apoyo operativo. La red del Banco de Alimentos de alrededor de 1,000 despensas brinda servicio a alrededor de 1.4 millones de neoyorquinos por año. Los inminentes recortes a SNAP se producen tres años después de que se hicieran importantes reducciones al programa. Desde entonces, el 79 por ciento de las despensas de alimentos y los comedores comunitarios siguen viendo un mayor tráfico de visitantes, según el informe. El suministro de alimentos no puede seguir el ritmo de la demanda y la mitad de las despensas de alimentos se quedan sin comida cualquier mes, dijo Purvis. “El recurso más grande de la red es su capacidad de servicio, pero no puedes servir teniendo estanterías vacías”, comentó Purvis. Las despensas y los comedores comunitarios de la ciudad tienen un presupuesto mediano de operación de menos de $25,000 dólares anuales, Y brindan servicio a un promedio de 2,000 personas por año, dijo Triada Stampas, vicepresidenta de Investigación y Asuntos Públicos del Banco de Alimentos. “Este es el tipo de presupuesto que dejaría a una familia de cuatro personas en la pobreza”, dijo. Stampas explicó que las despensas tienen la mayor necesidad de tipos de alimentos que son los más perecederos, los más caros y los más nutritivos, como productos frescos, carne y lácteos. “Estos son también los tipos de alimentos que son más difíciles de conseguir a través de donaciones, por eso es tan importante cuando vemos recortes en nuestro financiamiento de nuestras fuentes gubernamentales, es vital que hablemos al respecto”, explicó. Doreen Rutty, directora ejecutiva de la Corporación de la Comunidad Bethany del Bronx, dijo que la despensa de su organización en la Calle 227 Este, en Edenwald, no tiene suficiente comida para mantenerse al día con la afluencia de nuevos clientes. Rutty comentó que la despensa brinda servicio a más de 200 familias por semana, a quienes se les proporciona una ración de alimentos para alimentar a una familia de no más de cuatro personas. “A veces los clientes dicen: pero en mi casa hay seis personas, en la mía hay siete”, pero si les doy lo suficiente para siete, una familia detrás de ellos no obtendría nada más, exclamó Rutty. Sultana Ocasio, directora ejecutiva del Instituto de Mujeres Musulmanas en la sección Kingsbridge del Bronx, dijo que la despensa de alimentos de su grupo también tiene pocos recursos. “Cada semana rechazamos gente”, explicó Ocasio. “Las personas que sufren de hambre e inseguridad alimentaria en la ciudad de Nueva York no son una periferia, han alcanzado un nivel de crisis”. Casi uno de cada cinco residentes de la ciudad de Nueva York depende de despensas de alimentos y comedores comunitarios, y este año, señaló el informe. Stampas dijo que en las despensas también faltan artículos no alimentarios para el hogar, como pañales, productos para el cuidado del bebé, artículos de higiene personal y productos de limpieza. “Son caros para las personas que estiran su presupuesto tanto como pueden”, dijo. Purvis pidió a las compañías que donan productos a despensas de alimentos, proporcionar más pañales y productos de cuidado personal en sus donaciones. “La buena ciudadanía se encuentra en la donación de esos bienes tanto como en la de una lata de sopa”, dijo. Para obtener más información, por favor visite www.foodbanknyc.org o llame al 212.566.7855.
Scraps for SNAP
New report highlights burdens on city’s food pantries
Purvis said that additional slashes to federal SNAP funding could cause New Yorkers to lose $8 billion dollars over five years in food assistance funding.
Sobras para SNAP