¡Presente!

Story by Desiree Johnson, Debralee Santos, and Cristóbal Vivar Photos by Cristóbal Vivar
“You are not forgotten.” It was the latest word of tribute and affection offered by lyricist Lin-Manuel Miranda to, by his own admission, one of his greatest loves – Puerto Rico. He spoke before thousands at the Lincoln Memorial in Washington, D.C., where the Hamilton creator and the Hispanic Federation organized a Unity March for Puerto Rico on November 19 to call attention to the plight of the hurricane-ravaged island and its 3.5 million residents. “We can keep raising money, but it’s not going to do any good if the government doesn’t help us,” Miranda said, noting that two months after Hurricane María, Puerto Rico remains in dire need. Power and running water remains a scarcity throughout the island; schools are closed and many hospitals remain hobbled by inadequate supplies of medicine and electricity. Thousands gathered early on Sunday morning on the western lawn of the U.S. Capitol Building, chanting “¡Puerto Rico se levanta!”/“Puerto Rico will rise!” and “Trump, escucha! ¡Estamos en la lucha!”/“Trump, listen! We are in the fight!” Among those present were award-winning actress Rita Moreno and Spanish-American chef; “Chefs for Puerto Rico” founder José Andrés; U.S. Senator Kirsten Gillibrand; Congressmen Adriano Espaillat and Luis Gutiérrez; New York State Assemblymembers Marcos Crespo and José Rivera; and New York City Council Speaker Melissa Mark-Viverito. Organizers said the march was a call for solidarity with Puerto Rico across the diaspora as well as a rally for legislative reform, including the repeal of the Jones Act, which prohibits the disembarkation of any foreign vessel onto Puerto Rico. Instead, the vessels must first transfer their cargo onto a U.S. ship to deliver materials to the island, creating additional expenses and delays. “We must do away with the Jones Act and forgive the debt,” argued Espaillat. “It is imperative to the 3.5 million citizens. This is a long-term commitment.” From the Capitol, marchers took to Independence Avenue towards the front steps of the Lincoln Memorial, where Martin Luther King, Jr. delivered his famous I Have a Dream speech – a meaningful connection to many present. “We [Puerto Ricans] are a proud element in the struggle for civil rights here in the U.S.,” noted Gutiérrez. “We need to create a country in which we are equals.” Marchers traveled from across the U.S. to take part. Evette Rivas, a protestor from Raleigh, North Carolina, was joined by her sister, Enid Tallmer. The two had spent eight hours in a bus traveling from North Carolina to Washington D.C. “It is our duty to help them [the residents of Puerto Rico], not only monetarily, but since they can’t travel here and be a voice for themselves and the island, we have to be here to support them and show that we care,” said Rivas. “Ideally, the U.S. will repeal the debt,” said Tallmer, referencing the $73 billion debt Puerto Rico currently owes to the United States. Others cited the personal impact of Hurricane María. “I’m from Arecibo, and I call my parents every single day,” said Anthony Santiago, a Manhattan resident. “They just had electricity ten days ago. It’s hard to communicate, the lines fall.” “I’m here because the Puerto Rican people were treated differently,” he added. “The aid is so delayed. People are starving and [without water].” Marchers waved small Puerto Rican flags, tied larger ones around their necks as capes, and wore beanies, caps, and shirts that bore the familiar red, white and blue hues – though others chose flags in stark black-and-white. A roving band wended its way through the procession, playing drums, maracas and guiros, singing folkloric and patriotic songs. “I’m here to support Puerto Rican-Americans because they are Americans,” said Elizabeth Page, dressed in a white gown and holding a cross with the words “Puerto Rico” and “America.” “Absolutely,” she responded when asked if the government’s response has been inadequate. Page also called for recovery efforts centered on renewable resources. “I think rebuilding Puerto Rico with solar and wind is just the smartest thing to do. Let them be the example for the rest of the country as to grow and evolve.” Miranda, who has announced plans to bring Hamilton to Puerto Rico in early 2018, said it was imperative to continue to press the case with legislators, to supply aid to fellow citizens and to keep Puerto Rico – and its residents – high on the agenda in the weeks ahead. “The compassion of the American people is real,” insisted Miranda, who marched with his family. “And it is still here.” For Anthony Santiago, whose daily calls to the homeland wreak as much doubt as they do information, the gathering on Sunday seemed a chance to beat back the unsettling silences. “We want our voices to be heard,” said Santiago. “Someone has to hear.”
Historia por Desiree Johnson, Debralee Santos y Cristóbal Vivar Fotos por Cristóbal Vivar
“No están olvidados”. Fueron las últimas palabras de homenaje y afecto ofrecidas por el letrista Lin-Manuel Miranda a, por su propia admisión, uno de sus mayores amores: Puerto Rico. Habló ante miles en el Lincoln Memorial en Washington, DC, donde el creador de Hamilton y la Federación Hispana organizaron una Marcha de Unidad por Puerto Rico el 19 de noviembre para llamar la atención sobre la difícil situación de la isla devastada por los huracanes y sus 3.5 millones de residentes. “Podemos seguir recaudando dinero, pero no servirá de nada si el gobierno no nos ayuda”, dijo Miranda, destacando que dos meses después del huracán María, Puerto Rico sigue teniendo una gran necesidad. La energía y el agua corriente siguen siendo escasas en toda la isla; las escuelas están cerradas y muchos hospitales siguen limitados por el suministro inadecuado de medicamentos y electricidad. Miles de personas se reunieron temprano en la mañana del domingo en el jardín occidental del edificio del Capitolio de los Estados Unidos, gritando: “¡Puerto Rico se levanta!”/ “¡Puerto Rico se levantará!”, y “¡Trump, escucha! ¡Estamos en la lucha!”. Entre los presentes se encontraron la galardonada actriz Rita Moreno y el chef hispanoamericano, fundador de “Chefs por Puerto Rico”, José Andrés; la senadora de los Estados Unidos Kirsten Gillibrand; los congresistas Adriano Espaillat y Luis Gutiérrez; los asambleístas del Estado de Nueva York Marcos Crespo y José Rivera; y la presidenta del Concejo Municipal de la Ciudad de Nueva York, Melissa Mark-Viverito. Los organizadores de la marcha dijeron que ésta fue un llamado a la solidaridad con Puerto Rico a través de la diáspora, así como una manifestación por la reforma legislativa, incluyendo la derogación de la Ley Jones, que prohíbe el desembarco de cualquier buque extranjero en Puerto Rico. En cambio, los buques primero deben transferir su carga a un barco de los Estados Unidos para entregar materiales a la isla, generando gastos adicionales y demoras. “Debemos acabar con la Ley Jones y perdonar la deuda”, argumentó Espaillat. “Es imprescindible para los 3.5 millones de ciudadanos. Este es un compromiso a largo plazo”. Desde el Capitolio, los manifestantes tomaron la Avenida Independence hacia los escalones de la entrada del Lincoln Memorial, donde Martin Luther King, Jr. dio su famoso discurso I Have a Dream, una conexión significativa con muchos de los presentes. “Nosotros [los puertorriqueños] somos un elemento orgulloso en la lucha por los derechos civiles aquí en los Estados Unidos”, señaló Gutiérrez. “Necesitamos crear un país en el que seamos iguales”. Los manifestantes viajaron de todo el territorio de los Estados Unidos para participar. Evette Rivas, una manifestante de Raleigh, Carolina del Norte, estuvo acompañada por su hermana, Enid Tallmer. Ambas pasaron ocho horas en un autobús que viajó desde Carolina del Norte a Washington D.C. “Es nuestro deber ayudar a los residentes de Puerto Rico no solo monetariamente, sino dado que no pueden viajar hasta aquí y ser una voz para ellos y para la isla, tenemos que estar aquí para apoyarles y demostrar que nos importan”, dijo. “Idealmente, los Estados Unidos derogarían la deuda”, dijo Tallmer, refiriéndose a los $73 mil millones de dólares que Puerto Rico actualmente le debe a los Estados Unidos. Otros citaron el impacto personal del huracán María. “Soy de Arecibo y llamo a mis padres todos los días”, dijo Anthony Santiago, un residente de Manhattan. “Apenas tuvieron electricidad hace diez días. Es difícil comunicarse, las líneas se caen”. “Estoy aquí porque el pueblo puertorriqueño recibió un trato diferente”, agregó. “La ayuda está muy retrasada. La gente está hambrienta y sin agua”. Los manifestantes ondearon pequeñas banderas puertorriqueñas, se ataron las más largas al cuello, como capas, y usaron gorros, gorras y camisas con los tonos familiares de rojo, blanco y azul, aunque otros eligieron banderas en blanco y negro. Una banda itinerante se abrió paso a través de la procesión, tocando tambores, maracas y güiros, cantando canciones folclóricas y patrióticas. “Estoy aquí para apoyar a los puertorriqueños estadounidenses porque son estadounidenses”, dijo Elizabeth Page, vestida con un traje blanco y sosteniendo una cruz con las palabras “Puerto Rico” y “América”. “Absolutamente”, respondió cuando se le preguntó si la respuesta del gobierno había sido inadecuada. Page también pidió esfuerzos de recuperación centrados en recursos renovables. “Creo que reconstruir Puerto Rico con energía solar y eólica es lo más inteligente que se puede hacer. Que sean el ejemplo para el resto del país en cuanto a crecimiento y evolución”. Miranda, quien ha anunciado planes para llevar Hamilton a Puerto Rico a principios del 2018, dijo que era imperativo seguir presionando el caso con los legisladores, para proporcionar ayuda a sus conciudadanos y mantener a Puerto Rico –y a sus residentes- alto en la agenda en las próximas semanas. “La compasión del pueblo estadounidense es real”, insistió Miranda, quien marchó con su familia. “Y sigue aquí”. Para Anthony Santiago, cuyos llamados a la patria pueden generar tanta duda como información, la reunión del domingo pareció una oportunidad para repeler el inquietante silencio. “Queremos que se escuchen nuestras voces”, dijo Santiago. “Alguien tiene que escuchar”.
¡Presente!
Unity March for Puerto Rico held in D.C.
¡Presente!
Marcha de la Unidad por Puerto Rico realizada en D.C.
Foto: @SenGillibrand