LIP service saves lives
Servicio LIP salva vidas

LIP service saves lives
Suicide prevention program focuses on Latina teens
Story and photos by Mónica Barnkow
His mother killed herself when he was 11.
“It is personal for me,” said Assemblymember Luis Sepulveda, whose mother committed suicide at the age of 33 – after her fourth attempt.

Today, as an elected official, he is an advocate for suicide prevention.
Together with State Senator Jeffrey Klein and Dr. Rosa Gil, Comunilife President and CEO, Sepulveda took part in an expert panel and guidance counselor roundtable to raise awareness of the suicide epidemic for Latina teens.
They were joined this past Fri., Mar. 20th by Jennifer L. Humensky, Assistant Professor of Clinical Health Policy and Management at Columbia University and New York State Psychiatric Institute, parents and Bronx school guidance counselors.
The event specifically focused on Comunilife’s Life is Precious Program™ (LIP), which focuses on early intervention measures and promotes community-based, culturally sensitive solutions.
Created in 2008, LIP is a program designed to provide educational support, art therapy and wellness activities to Latina teenagers who have contemplated or attempted suicide.
“One of the most important messages we can send to young people today, is that every life is precious,” said Senator Jeff Klein. “Comunilife’s LIP program works to ensure positive outcomes for generations of New Yorkers, providing vulnerable teen populations with invaluable resources to combat depression and most importantly, save lives.”
“It is critical to raise awareness of a growing epidemic among Latina teens in our city,” added Dr. Gil. “The statistics have never been more staggering and the time has never been more pertinent to act.”
In June 2014, the Center for Disease Control and Prevention (CDC) released its 2013 Youth High Risk Behavior Survey (YHRBS), which revealed nationally 26% of Latina teens contemplate suicide, up 5% from 2011 and more than twice the rate of their non-Hispanic counterparts.
Latina teens represent nearly one out of every six suicide attempts in the U.S.

Specialists at Columbia University have been evaluating LIP program for the past 2 years to measure its impact on the participants it serves.
The findings have been encouraging.
In the past two years, the program has served more than 106 girls city-wide. 91 percent speak English fluently and 75 percent speak Spanish fluently.
In addition, at the time of program entry, 6 percent of the girls reported tobacco use, 9 percent reported alcohol use, and 7 percent reported marijuana use.24 percent reported a history of sexual abuse.
Today, nearly all are enrolled in school, and just about one in three had repeated a grade, reported Humensky.
And despite the high-risk population served by LIP, there have been no completed suicides among program participants to date, observed Humensky.
Moreover, suicidal ideation decreases over the duration of the program enrollment.
“It is very hard to show change in mental behavior,” explained Humensky. “We are very excited at the findings.”
Through the LIP program, girls learn how to cope with depression and to externalize their feelings, in a nurturing, non-judgmental environment. Once they turn 18, the girls are encouraged to lead by example and become peer mentors in the program.

“Intervention is prevention,” stressed LIP Program Coordinator Beatriz Coronel.
“This is a problem that continues to grow,” said Klein. In 2014, he provided $300,000 in state funding to expand the program in the Bronx and increase the number of at-risk teens receiving services.
Though reasons as to why suicidal behaviors among New York City adolescents are more predominant in Latina girls are not conclusive, Dr. Gil suggested that there are specific cultural obstacles faced by Latina teenagers, who often hail from immigrant families. Young women often struggle to reconcile the more typically traditional expectations of the family’s native country with a more independent lifestyle.
“Latinas want to imitate the American girls,” said Dr. Gil.
Klein underscored the importance of communication between parents and their children, no matter how delicate or difficult the subject.
“Mental health is still taboo, and that is a problem,” said Klein.
Social worker Daisy Deltoro said the program had impressed upon her the significance of engaging both parents and youths and ensuring that a dialogue was sustained.
“When you involve families and children in activities you bring down the walls between them,” said Deltoro. “[Then, they] can talk about their issues.”
Comunilife Inc.is located at 315 East 148th Street, The Bronx, NY 10451. For more information, please call 718.585.8340 or visit www.comunilife.org.
Servicio LIP salva vidas
Programa de prevención del suicidio se centra en adolescentes latinas
Historia y fotos por Mónica Barnkow
Su madre se suicidó cuando él tenía 11 años.
“Es personal para mí”, dijo el asambleísta Luis Sepúlveda, cuya madre se suicidó a la edad de 33 años, después de su cuarto intento.

Hoy, como funcionario electo, es un defensor de la prevención del suicidio.
Junto con el senador estatal Jeffrey Klein y la Dra. Rosa Gil, presidenta y directora general de Communilife, Sepúlveda participó en un panel y mesa redonda de expertos y consejeros para crear conciencia sobre la epidemia de suicidios entre las adolescentes latinas.
El pasado viernes 20 de marzo se les unieron Jennifer L. Humensky, profesora asistente de Políticas de Salud Clínica y Gestión de la Universidad Columbia y el Instituto Psiquiátrico del estado de Nueva York; padres y consejeros escolares del Bronx.

El evento se centró específicamente en el Programa Life is Precious ™ (LIP por sus siglas en inglés) de Communilife, que se enfoca en las medidas tempranas de intervención y promueve soluciones culturalmente sensibles basadas en la comunidad.
Creado en 2008, LIP es un programa diseñado para proporcionar apoyo educativo, terapia de arte y actividades de bienestar a las adolescentes latinas que han contemplado o intentado suicidarse.
“Uno de los mensajes más importantes que podemos enviar a los jóvenes hoy, es que cada vida es preciosa”, dijo el senador Jeff Klein. “El programa LIP de Comunilife trabaja para asegurar resultados positivos para los neoyorquinos, proporcionando a las poblaciones adolescentes vulnerables recursos invaluables para combatir la depresión y lo más importante, salvar vidas”.
“Es muy importante crear conciencia sobre una epidemia creciente entre las adolescentes latinas de nuestra ciudad”, agregó la Dra. Gil. “Las estadísticas nunca habían sido tan impactantes y la hora nunca ha sido más pertinente para actuar”.
En junio de 2014, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) publicó su Encuesta 2013 de Comportamiento Juvenil de Alto Riesgo (YHRBS por sus siglas en inglés), la cual reveló que, a nivel nacional, el 26% de las adolescentes latinas han contemplado el suicidio, un aumento del 5% en comparación con 2011 y más del doble de la tasa de sus homólogas no hispanas.
Las adolescentes latinas representan casi uno de cada seis intentos de suicidio en los Estados Unidos.
Especialistas de la Universidad Columbia han evaluado el programa LIP durante los últimos 2 años para medir su impacto en las participantes a las que sirve.
Los resultados han sido alentadores.

En los últimos dos años, el programa ha atendido a más de 106 niñas en toda la ciudad. El 91 por ciento habla inglés con fluidez y el 75 por ciento habla español con fluidez.
Además, al momento de entrada del programa, el 6 por ciento de las niñas informó sobre el consumo de tabaco, el 9 por ciento reportó consumir alcohol y el 7 por ciento informó que consumía marihuana. El 24 por ciento habló de una historia de abuso sexual.
Actualmente, casi todas están inscritas en la escuela y casi una de cada tres repitió un grado, informó Humensky.
Y a pesar de la población de alto riesgo atendida por LIP, no ha habido suicidios cometidos entre las participantes del programa hasta la fecha, observó Humensky.
Por otra parte, las ideas suicidas disminuyen con la duración de la participación en el programa.
“Es muy difícil demostrar el cambio en el comportamiento mental”, explicó Humensky. “Estamos muy emocionados con los resultados”.
A través del programa LIP, las niñas aprenden a lidiar con la depresión y a exteriorizar sus sentimientos, en un ambiente enriquecedor y sin prejuicios. Una vez que cumplen 18 años se les anima a predicar con el ejemplo y convertirse en mentoras del programa.
“La intervención es prevención”, destacó la coordinadora del programa LIP Beatriz Coronel.
“Este es un problema que continúa creciendo”, dijo Klein. En 2014 él proporcionó $300,000 dólares en fondos estatales para expandir el programa en el Bronx y aumentar el número de adolescentes en riesgo que reciben los servicios.

Aunque las razones de por qué los comportamientos suicidas entre los adolescentes de Nueva York son más predominante en las niñas latinas no son concluyentes, la Dra. Gil sugirió que hay obstáculos culturales específicos que enfrentan las adolescentes latinas, que a menudo provienen de familias inmigrantes. Las jóvenes a menudo tienen dificultades para conciliar las más típicas expectativas tradicionales del país de origen de la familia con un estilo de vida más independiente.
“Las latinas quieren imitar a las chicas estadounidenses”, dijo la Dra. Gil.
Klein destacó la importancia de la comunicación entre padres e hijos, sin importa cuán delicado o difícil sea el tema.
“La salud mental sigue siendo un tabú y eso es un problema”, dijo Klein.
La trabajadora social Daisy Deltoro dijo que el programa la impresionó por la importancia de involucrar a padres y jóvenes y asegurar que mantengan un diálogo.
“Cuando las familias y los niños se involucran en actividades que derriban los muros entre ellos”, dijo Deltoro. “[Entonces] pueden hablar de sus problemas”.
Comunilife Inc. se encuentra en el 315 de la calle 148 este, en el Bronx, NY 10451. Para mayor información, por favor llame al 718.585.8340 o visite www.comunilife.org.