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Keeping Our Communities Safe from Fentanyl
Proteger a nuestras comunidades del fentanilo 

Keeping Our Communities Safe from Fentanyl

By Eric L. Adams

I was working as a police officer during the 1980’s.

I saw how crack devastated our communities because the resources were not there. We must do everything in our power to confront — and defeat —the fentanyl crisis. That means education, that means treatment, and that means enforcement.

Nicolas Feliz Dominici.

Public safety is our administration’s top priority, and keeping New Yorkers safe from the growing threat of fentanyl is a core part of that mission.

All of us have heard about the danger fentanyl poses to our children and our communities. Fentanyl is a synthetic opioid that is approximately 50 times more potent than heroin and 100 times more potent than morphine. It is inexpensive, widely available, highly addictive, and extremely dangerous.

Drug traffickers are increasingly mixing fentanyl with other illicit drugs to drive addiction and create repeat business.

Fentanyl can also be taken orally by pill or tablet.

Over 3,000 people fatally overdosed in New York City in 2022, with fentanyl detected in 81 percent of drug overdose deaths.

The tragic death of Nicholas Feliz Dominici, the toddler who died after being exposed to fentanyl at a daycare center, was a shocking and heartbreaking reminder that we must take immediate action to get this crisis under control.

Over 3,000 people fatally overdosed in New York City in 2022, with fentanyl detected in 81 percent of drug overdose deaths.

Last week, we hosted a two-day summit on the fentanyl crisis that brought elected leaders, public health officials, and law enforcement professionals from across the country to New York City to work towards a national strategy to combat fentanyl overdoses.

The summit included representatives from major cities across the nation, including Los Angeles, Philadelphia, New Orleans, Laredo, New Haven, Austin, Dallas, St. Louis, Washington D.C., Portland, San Diego, Atlanta, and more.

Mayor Eric Adams recently led a summit on the fentanyl crisis.

We focused on all aspects of the crisis – including education, enforcement, awareness, prevention, and treatment. Over the course of two days and multiple strategy sessions, we were able to exchange ideas, learn from intervention models across municipalities, and help build a comprehensive strategy to address one of the most important public health and public safety issues of our time.

New York City has already taken significant steps to combat the fentanyl crisis, including intensive enforcement that has resulted in multiple arrests of drug dealers and traffickers, including the recent arrest of a man transporting almost 30 pounds of fentanyl bricks in a rolling suitcase on the subway and on the sidewalks of a busy Bronx neighborhood.

In addition to expanded enforcement, we are actively working with the New York City Department of Health and Mental Hygiene and other agencies to bolster our harm reduction strategies. We have increased our support for prevention, substance use disorder treatment and recovery programs citywide, and distributed more than 77,000 Naloxone kits and tens of thousands of fentanyl and xylazine test strips. We have also made Naloxone more available in primary care offices, emergency rooms, correctional, reentry, and homeless outreach settings.

At the conclusion of the summit, participants agreed on key actions to address the ongoing fentanyl crisis, including:

 

  • Creating a multi-city task force that will meet again before the end of the year;
  • Drafting a comprehensive plan outlining national best practices and opportunities;
  • Expanding data-sharing to the national level to ensure accurate and timely coordination around lab and overdose data;
  • Identifying and securing city, state, and national funding and legislative needs to prevent overdose deaths and save lives,
  • Developing community outreach strategies to better understand behavioral dynamics associated with drug abuse, and
  • Taking steps to reduce the stigma around addiction and substance abuse so that those suffering from addiction can get help before it is too late.

 

We all came away from this summit with a renewed determination to stop the flow of fentanyl into our cities, hold bad actors accountable, and invest in evidence-based interventions that protect New Yorkers and all Americans from this dangerous drug.

Even a small amount of the drug can prove lethal.

We cannot sit back and let what happened to prior generations happen to our babies and families. We cannot repeat the mistakes that were made that led to the epidemics of heroin in the 1960’s and crack cocaine in the 1980’s.

The summit reminded us that we are always stronger and better when we work together. I know that, with our partners from across the country, we can and we will reduce overdoses, save lives, and protect our children and our communities.

For more, please visit nyc.gov.

Proteger a nuestras comunidades del fentanilo

Por Eric L. Adams

Trabajaba como oficial de policía en los años ochenta.

Vi cómo el crack devastó nuestras comunidades porque no había recursos. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para afrontar -y vencer- la crisis del fentanilo. Eso significa educación, tratamiento y aplicación de la ley.

Nicolas Feliz Dominici.

La seguridad pública es la principal prioridad de nuestra administración, y mantener a los neoyorquinos a salvo de la creciente amenaza del fentanilo es una parte esencial de esa misión.

Todos hemos oído hablar del peligro que supone el fentanilo para nuestros hijos y nuestras comunidades. El fentanilo es un opioide sintético aproximadamente 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina. Es barato, fácil de conseguir, muy adictivo y extremadamente peligroso.

Los narcotraficantes mezclan cada vez más el fentanilo con otras drogas ilícitas para fomentar la adicción y crear un negocio recurrente.

El fentanilo también puede tomarse por vía oral en pastillas o comprimidos.

Más de 3,000 personas sufrieron sobredosis mortales en la ciudad de Nueva York en 2022, y se detectó fentanilo en el 81% de los casos.

La trágica muerte de Nicholas Feliz Dominici, el niño pequeño que murió después de haber estado expuesto al fentanilo en una guardería, fue un recordatorio impactante y desgarrador de que debemos tomar medidas inmediatas para controlar esta crisis.

Más de 3,000 personas sufrieron sobredosis mortales en la ciudad de Nueva York en 2022, habiéndose detectado fentanilo en el 81 por ciento de los casos.

La semana pasada organizamos una cumbre de dos días sobre la crisis del fentanilo que reunió en la ciudad de Nueva York a autoridades, funcionarios de salud pública y profesionales de las fuerzas del orden de todo el país para trabajar en la elaboración de una estrategia nacional de lucha contra las sobredosis de fentanilo.

En la cumbre participaron representantes de las principales ciudades del país, como: Los Ángeles, Filadelfia, Nueva Orleans, Laredo, New Haven, Austin, Dallas, San Luis, Washington D.C., Portland, San Diego y Atlanta, entre otras.

El alcalde Eric Adams encabezó recientemente una cumbre sobre la crisis del fentanilo.

Nos concentramos en todos los aspectos de la crisis: educación, aplicación de la ley, sensibilización, prevención y tratamiento. A lo largo de dos días y varias sesiones estratégicas, pudimos intercambiar ideas, aprender de los modelos de intervención de los distintos municipios y ayudar a elaborar una estrategia global para abordar uno de los problemas más importantes de salud y seguridad públicas de nuestro tiempo.

La ciudad de Nueva York ya ha tomado medidas significativas para combatir la crisis del fentanilo, como la aplicación intensiva de la ley, que ha dado lugar a múltiples detenciones de traficantes y vendedores de drogas, como la reciente detención de un hombre que transportaba casi 10 kilos de ladrillos de fentanilo en una maleta con ruedas en el metro y las aceras de un concurrido barrio del Bronx.

Además de ampliar las medidas del cumplimiento de la ley, estamos trabajando activamente con el Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York y otros organismos para reforzar nuestras estrategias de reducción de daños. Hemos aumentado nuestro apoyo a los programas de prevención, tratamiento de trastornos por consumo de sustancias y rehabilitación en toda la ciudad, y hemos distribuido más de 77,000 kits de naloxona y decenas de miles de tiras reactivas de fentanilo y xilacina. También hemos aumentado la disponibilidad de naloxona en consultas de atención primaria, servicios de urgencias, centros penitenciarios, centros de reinserción y centros de ayuda para las personas sin hogar.

Al término de la cumbre, los participantes acordaron una serie de medidas clave para hacer frente a la actual crisis del fentanilo, entre las que se incluyen las siguientes:

 

  • Creación de un grupo de tareas multiciudad que se reunirá nuevamente antes del final del año;
  • Elaboración de un plan global destacando las mejores prácticas y oportunidades nacionales;
  • Ampliar el intercambio de información a nivel nacional para garantizar una coordinación precisa y oportuna en torno a los datos de laboratorio y sobredosis;
  • Identificar y obtener fondos municipales, estatales y nacionales y necesidades legislativas para prevenir las muertes por sobredosis y salvar vidas,
  • Desarrollar estrategias de divulgación comunitaria para comprender mejor la dinámica conductual asociada al consumo de drogas, y
  • Tomar medidas para reducir el estigma en torno a la adicción y el abuso de sustancias, para que los adictos puedan recibir ayuda antes de que sea demasiado tarde.

 

Todos salimos de esta cumbre con una voluntad renovada de detener el flujo de fentanilo en nuestras ciudades, responsabilizar a los malos actores e invertir en intervenciones probadas que protejan a los neoyorquinos y a todos los estadounidenses de esta peligrosa droga.

Incluso una pequeña cantidad de la droga puede resultar letal.

No podemos quedarnos de brazos cruzados y dejar que a nuestros bebés y familias les ocurra lo mismo que a las generaciones anteriores. No podemos repetir los errores cometidos que condujeron a las epidemias de heroína en los años sesenta y de crack en los ochenta.

La cumbre nos ha recordado que siempre somos más fuertes y mejores cuando trabajamos juntos. Sé que, con nuestros socios de todo el país, podemos reducir y reduciremos las sobredosis, salvaremos vidas y protegeremos a nuestros niños y a nuestras comunidades.

Para obtener más información, por favor visite nyc.gov

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