Honoring a legacy, aiding scholars Honrando el legado y ayudando a los becados

Honoring a legacy, aiding scholars
The Julio Martínez Memorial Fund at The Acacia Network
Story and photos by Gregg McQueen

At a ceremony of the Julio Martínez Memorial Fund (JMMF) held at Casa Promesa this past Sat., Jan. 26th, nine local college students were each presented with $1,000 in scholarship money.
The scholarships, which target students who have encountered hardships early in life, or overcome great obstacles to attend college, are awarded annually by The Acacia Network, one of the largest social and medical service providers in New York.
“We want to give opportunities that people wouldn’t ordinarily have,” said Milagros Baez-O’Toole, who serves as Acacia’s Chairperson.
The JMMF was established to honor Julio Martínez, a former drug addict who sought treatment and then became an advocate for New York State to provide services and housing to the substance abuse population.
“At that time, there were little to no programs in New York City, especially for the Hispanic community,” said Baez-O’Toole, chairwoman of Acacia Network. “Martínez changed that.”
After several public battles with then-Mayor Edward Koch, Martínez was granted 10 vacant buildings by the city, which were turned into residential substance abuse treatment facilities for homeless men and women.
Martínez became a central figure in the organization that eventually became Acacia Network, and though he is now deceased, the annual scholarship keeps his legacy alive.

“We try to identify students in the community who could become future leaders,” remarked Hon. Hector L. Díaz, president of Acacia Network.
As for criteria, Díaz said the students “need to have good grades, good character.”
Fundraising efforts such as an annual donor breakfast provide Acacia Network with funds for scholarships and to help the children of clients in their drug program.
“The scholarship is not a large amount of money, but it helps the students,” said Díaz. “We also give to families who need it.”
This winter, Acacia Network purchased 950 new coats for children of their substance abuse patients.
Griselle Rosales, a junior at Lehman College majoring in social work, is active in her community and has worked two jobs to help her family.
“She’s a special young lady,” remarked Baez-O’Toole, as she presented Rosales with the scholarship award.
Legally blind and a mother of three, Marybeth Meléndez is currently in a masters program at the University of Staten Island. She proudly accepted her award and said it was indication that people can do anything if they put their mind to it.
“I’ve just been accepted at Rutgers to do Ph.D. work,” she said.

Kevin Linares, who overcame struggles with drug use at any early age to focus on education and clean living, accepted a JMMF honor for the third consecutive year.
Baez-O’Toole said that Linares is asked to speak at numerous JMMF fundraising events to report on his progress in college.
“He’s proof of how successful these young people can be if they’re given a chance,” she said.
“It’s truly an honor,” remarked Linares, who studies finance at Pace. “This program was the first one that supported me.”
Jennifer Fernández, a new student of Queens College, is a double major in two seemingly disparate subjects – economics and dance. “People always ask me why I combined those two majors,” said Fernández. “One brings stress, and one is a stress reliever, so it’s a nice balance in my life.”
Lehman College student Krystal Pérez accepted a scholarship award – as did her mother, Elena Romero, who attends Hostos Community College.
Since it’s typically uncommon for a mother and daughter to both attend college at the same time, the women said it was very a special to receive the JMMF honor together.

“We inspire each other,” said Pérez. “We help teach and motivate each other every day.”
Romero, clearly moved by the event, struggled to find words to express herself.
“It’s an emotional moment,” she said.
Scholarship recipient Liliete López was born blind in Nicaragua, where she was not allowed to receive education because of her disability.
When she moved to the United States at age 13 years old, she could not read or write, and had yet to attend a school of any type.
Now 35, she is closing in on a degree in political science and urban studies at Queens College and is a member of the Academic Senate there.
“Not only have I made my dreams come true, but I get to prove people wrong after I was repeatedly told I could not achieve the things I have,” she said.
Michael A. Cruz, who majors in political science and international studies at City College, and Imani Dubois, a nursing student at Lehman, also received JMMF awards.
In closing, Díaz told the students, “Continue your education, and then be sure you return to your community and give back.”
Honrando el legado y ayudando a los becados
La Fundación en Memoria de Julio Martínez en ‘Acacia Network’
Historia y fotos por Gregg McQueen

Durante une ceremonia en JMMF (Fundación en Memoria de Julio Martínez) celebrada este pasado sábado 26 de enero en Casa Promesa, . Las becas, las cuales se enfocan en estudiantes quienes en confrontado dificultades en la vida, o han superado grandes obstáculos para asistir a la universidad, son otorgados anualmente por el Acacia Network, uno de los principales proveedores de servicios sociales y médicos en Nueva York.
“Nosotros queremos dar oportunidad a gente que normalmente no la tendría”, dijo Milagros Baez-O’Toole, presidenta de la Junta Directiva de Acacia.
JMMF fue establecida en honor de Julio Martínez, un ex drogadicto quien buscó tratamiento y entonces se convirtió en un defensor para el estado de Nueva York para proporcionar servicios y vivienda a la población que abusa de las sustancias.
“En ese momento, existían pocos o ningún programa en la ciudad de Nueva York, especialmente para la comunidad hispana, dijo Baez-O’Toole, presidenta de Acacia Network. “Martínez cambio eso”.
Luego de varias batallas públicas con el entonces alcalde Edward Koch, la ciudad le concedió a Martínez 10 edificios desocupados, los cuales fueron convertidos en instalaciones residenciales de tratamiento de abuso para hombres y mujeres desamparados.
Martínez se convirtió en una figura central en la organización que eventualmente se convirtió en Acacia Network, y aunque ya el ha muerto, el becado anual mantiene vivo su legado.

“Nosotros tratamos de identificar a estudiantes en la comunidad quienes se convertirían en futuros líderes”, comentó el Hon. Héctor L. Díaz, presidente de Acacia Network.
En cuanto al criterio, dijo Díaz que los estudiantes “necesitan tener buenas calificaciones, buen carácter”.
Los esfuerzos para recaudar fondos tales como el desayuno anual del donante proporcionan a Acacia Network los fondos para las becas y para ayudar a los niños de los clientes que están en su programa de drogas.
“La beca no es un monto elevado de dinero, pero ayuda a los estudiantes”, expresó Díaz. “Nosotros también ayudamos a familias que lo necesitan”.
Este invierno, Acacia Network compró 950 abrigos para hijos de sus pacientes de abuso de sustancia.
Griselle Rosales, estudiante de primer año de Lehman College especializándose en trabajo social, es activa en su comunidad y ha sostenido dos empleos para ayudar a su familia.
“Ella es una joven especial”, observa Báez-O’Toole, al momento de presentar a Rosales con el galardón de la beca.
Legalmente ciega y madre de tres niños, Marybeth Meléndez está actualmente en un programa de maestría en la Universidad de Staten Island.
Ella orgullosamente aceptó el galardón y dijo que era un indicativo de que la gente puede hacer cualquier cosa si se lo propone.
“Me acaban de aceptar en Rutgers para hacer mi doctorado”, dijo ella.
Kevin Linares, quien superó luchas con el uso de drogas siendo muy joven para enfocarse en la educación y una vida limpia, aceptó el honor JMMF por tercer año consecutivo.
Báez-O’Toole dijo que Linares le pidió hablar en numerosos eventos para recaudación de fondos de JMMF para reportar su progreso en la Universidad.
“El es prueba de cuan exitosos pueden ser estos jóvenes si se les concede la oportunidad”, dijo ella. “Es verdaderamente un honor”, expresó Linares, quien estudia finanzas en Pace. “Este programa fue el primero que me dio apoyo”.

Jennifer Fernández, una estudiante nueva de Queens College, tiene doble licenciatura en dos materias aparentemente dispares-economía y danza. “La gente siempre me pregunta porque combine esas dos licenciaturas”, dijo Fernández. “Una trae estrés, y una es un relajante del estrés, así que es un buen equilibrio en mi vida”.
La estudiante de Lehman College Krystal Perez aceptó un galardón de beca-al igual que su madre, Elena Romero, que asiste al Colegio Comunal Hostos.
Ya que es típicamente poco común que una madre e hija asistan a la universidad al mismo tiempo, las mujeres dijeron que era algo muy especial recibir juntas el honor de JMMF.
“Nos inspiramos la una a la otra”, dijo Pérez. “Nosotros ayudamos a enseñar y motivarnos cada una todos los días”.
Romero, evidentemente conmovida por el evento, luchó para encontrar palabras para expresarse.
“Es un momento emotivo”, dijo ella.
La recipiente de beca Liliete López nació ciega en Nicaragua, donde no se le permitió recibir educación por su discapacidad.
Cuando se mudó a los Estados Unidos a la edad de 13 años, ella no podía leer ni escribir, y aun tenía que asistir a una escuela de cualquier tipo.
Ahora, con 35 años, está cerca de recibir un título en ciencia política y estudios urbanos en Queens College y es miembro allí del Senado Académico.
“No solo he realizado mis sueños, si no que he demostrado que la gente estaba equivocada luego de que repetidamente se me dijo que no podía lograr las cosas que tengo”, dijo ella. Michael Cruz, quien tiene licenciatura en ciencia política y estudios internacionales en City College, e Imani Dubois, estudiante de enfermería en Lehman, recibieron también galardones JMMF.
En el cierre, Díaz dijo a los estudiantes, “Continúen su educación, y entonces asegúrense de retornar a su comunidad y corresponder”.