Data Drop
Descartar los datos

Story and photos by Gregg McQueen
Destroy the database. Activists and legal aid organizations are concerned that the NYPD’s use of a secret database to combat gang activity is unfairly targeting minorities, many of whom have no gang affiliation. About two dozen advocates gathered outside One Police Plaza on October 18 to condemn the NYPD’s use of the database, insisting the city’s zealousness to crack down on gangs is harming people unnecessarily. “We want an end to gang databases. We want these databases purged and ultimately eliminated,” said Josmar Trujillo, an activist with Coalition to End Broken Windows, who charged that inclusion in the databases “ultimately leads to racial profiling and really trumped-up charges” for black and Hispanic New Yorkers. Earlier this year, the police department in Portland, Oregon agreed to end its use of gang databases. The Legal Aid Society announced a Freedom of Information Law (FOIL) request to have the NYPD release demographic information about people in the database, along with police records and training materials regarding gang identification. Anthony Posada, a supervising attorney at the Legal Aid Society, said inclusion in a gang database means individuals face higher bail and harsher sentences. “It is a label that follows them all throughout the criminal process and that works against them,” stated Posada. “It is also a label that in the civil context can mean that somebody will be deported from this country.” He said the NYPD should inform New Yorkers that they are listed in the database. “We hear all the time that this is precision policing,” Posada said. “But this is the very opposite of being precise, when you are conducting surveillance of communities of color in secret and not letting people have an opportunity to get off of those databases, and question the processes by which those labels are affixed to them.” A woman who gave her name as “Mrs. Smith” said her son was arrested because of alleged association with a gang. “If you label someone to be in a gang, and you claim to have all this information, then you should make it more transparent for people to best defend themselves,” she remarked. “We don’t know if any of us are in this database.” Activists also expressed concern that the NYPD could share information from the databases with Immigration and Customs Enforcement (ICE), putting individuals at risk of deportation. The NYPD acknowledged it maintains an Electronic Case Management System (ECMS) featuring data regarding membership in known criminal gangs, but suggested it does not share it with other law enforcement agencies. “This data is automatically reviewed, reconfirmed and updated accordingly,” said NYPD Lieutenant John Grimpel. “Access to this information within ECMS is highly restricted and not directly available to outside agencies.” While the NYPD did not specify the measures used to determine if someone would be placed on the gang database, Grimpel said the department “maintains among the nation’s most rigorous criteria for identifying an individual as being a member of a known criminal group.” For many legal providers, this ambiguity is unacceptable. Andrea Saenz, a supervising attorney from Brooklyn Defender Services, said people could end up on a database based on appearance or what neighborhood they live in, rather than criminal history. Babe Howell, a professor at CUNY Law School, gained information on the NYPD’s gang databases from a previous FOIL request in 2007. She agreed that young New Yorkers are being placed in the ECMS for reasons not associated with criminality. “They put people in gang databases based on gang-related colors, if you’ve been seen with someone that they believe to be a gang member or associated with a gang, if you’ve been seen in a known gang location, which could be your bodega,” Howell said. “What goes into these databases, I discovered, is everything a kid does,” she added. “The value of these databases is very questionable.” Howell conducted a survey of 64 public and private defense attorneys in more than 40 jurisdictions nationwide, and two-thirds of them said they had seen higher bails set due to allegations of gang affiliation. Also, 60 percent of attorneys surveyed reported they had worked with clients who would have been released without bail if not for allegations by prosecutors of gang affiliation, Howell said. To Vidal Guzmán, a former gang member, police have their minds made up when it comes to perceived gang connections. “If you’re around the wrong people, you give them a high-five, you’re part of that gang no matter what happens,” remarked Guzmán. “Before we define their full potential, we lock them up,” he added. “Police say they want a safer community. They need to work more with our community.”
Historia y fotos por Gregg McQueen
Destruyan la base de datos. Activistas y organizaciones de ayuda legal están preocupadas de que el uso de una base de datos secreta del NYPD para combatir la actividad de las pandillas se dirija injustamente a las minorías, muchas de las cuales no tienen afiliación con estos grupos. Alrededor de dos docenas de defensores se reunieron frente a One Police Plaza el 18 de octubre para condenar el uso de la base de datos del NYPD, e insistieron en que el entusiasmo de la ciudad por aplicar mano dura contra las pandillas está dañando innecesariamente a las personas. “Queremos poner fin a las bases de datos de pandillas. Queremos que estas bases de datos sean eliminadas”, dijo Josmar Trujillo, activista de Coalición para Acabar con Broken Windows, quien denunció que la integración en las bases de datos “finalmente conduce a perfiles raciales y cargos falsos” contra neoyorquinos negros e hispanos. A principios de este año, el departamento de policía de Portland, Oregón, acordó poner fin a su uso de bases de datos de pandillas. La Sociedad de Ayuda Legal anunció una solicitud a la Ley de Libertad de Información (FOIL, por sus siglas en inglés) para hacer que el NYPD publique información demográfica sobre las personas en la base de datos, junto con los registros policiales y los materiales de capacitación con respecto a la identificación de pandillas. Anthony Posada, un abogado supervisor de la Sociedad de Ayuda Legal, dijo que la inclusión en una base de datos de pandillas significa que los individuos enfrenten una fianza más alta y sentencias más duras. “Es una etiqueta que les sigue a lo largo del proceso penal y que funciona en contra de ellos”, afirmó. “También es una etiqueta que en el contexto civil puede significar que alguien será deportado de este país”. “Oímos todo el tiempo que esto es un patrullaje de precisión”, dijo Posada. “Pero esto es todo lo contrario de ser preciso, pues se realiza una vigilancia de las comunidades de color en secreto y no se permite a las personas tener la oportunidad de salir de esas bases de datos, ni cuestionar los procesos mediante los cuales esas etiquetas son adheridas a ellos”. Una mujer que dio su nombre como “Sra. Smith” dijo que su hijo fue arrestado por presunta asociación con una pandilla. “Si etiquetan a alguien como parte de una pandilla y afirman tener toda esta información, entonces deben hacerla más transparente para que la gente se defienda mejor”, comentó. “No sabemos si alguno de nosotros está en esta base de datos”. Los activistas también expresaron su preocupación de que el NYPD pudiera compartir información de las bases de datos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), poniendo a las personas en riesgo de deportación. El NYPD reconoció que mantiene un Sistema Electrónico de Gestión de Casos (ECMS, por sus siglas en inglés) que presenta información sobre la membresía en bandas criminales conocidas, pero sugirió que no lo comparte con otras agencias de aplicación de la ley. “Esta información se revisa automáticamente, se reconfirma y se actualiza en consecuencia”, dijo el teniente del NYPD John Grimpel. “El acceso a esta información dentro de ECMS es muy restringido y no está directamente disponible para las agencias externas”. Si bien el NYPD no especificó las medidas utilizadas para determinar si alguien es incluido en la base de datos de pandillas, Grimpel dijo que el departamento “mantiene uno de los criterios más rigurosos del país para identificar a un individuo como miembro de un grupo criminal conocido”. Para muchos proveedores legales, esta ambigüedad es inaceptable. Andrea Saenz, abogada supervisora de Servicios de Defensa de Brooklyn, dijo que las personas podrían terminar en una base de datos debido a su apariencia o al barrio en el que viven, en lugar de sus antecedentes penales. “Eso es tratarlos como futuros delincuentes que deben ser controlados”, dijo Sáenz. Babe Howell, profesora de la Facultad de Derecho de CUNY, obtuvo información sobre las bases de datos de pandillas del NYPD de una solicitud previa de FOIL de 2007. Ella estuvo de acuerdo en que los jóvenes neoyorquinos son colocados en el ECMS por razones no asociadas con la criminalidad. “Pusieron a personas en ese Sistema basándose en colores relacionados con las pandillas: si te vieron con alguien que creen que es miembro de una pandilla o que está asociado con una pandilla, o si has sido visto en un lugar conocido de pandillas, el cual podría ser tu bodega”, dijo Howell. “Lo que entra en estas bases de datos, descubrí, es todo lo que hace un chico”, agregó. “El valor de estas bases de datos es muy cuestionable”. Howell realizó una encuesta entre 64 abogados defensores públicos y privados en más de 40 jurisdicciones de todo el país, y dos tercios de ellos dijeron haber sido testigos de fianzas más altas debido a acusaciones de afiliación a una pandilla. Además, el 60 por ciento de los abogados encuestados informaron haber trabajado con clientes que habrían sido liberados sin derecho a fianza si no hubieran sido acusados por los fiscales de afiliación a una pandilla, dijo Howell. Para Vidal Guzmán, ex miembro de una pandilla, la policía ya está decidida cuando se trata de percibir conexiones de pandillas. “Si estás cerca de las personas equivocadas, si las saludas, eres parte de esa pandilla pase lo que pase”, comentó Guzmán. “Antes de definir su potencial completo, los encerramos”, agregó. “La policía dice que quiere una comunidad más segura. Necesitan trabajar más con nuestra comunidad”.
Data Drop
Descartar los datos