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They’re claiming history. Advocates, including the organizers of the online ProtectingImmigrantFamilies.org campaign, say that the 210,889 public comments recently submitted to the Department of Homeland Security (DHS) is a record-breaking feat. “[The campaign] has broken the record of most comments submitted to DHS on a proposed rule with over 200,000 public comments! We did it! Let’s keep fighting!” wrote Jackie Vimo, Policy Analyst at the National Immigration Law Center, on Twitter comments on Tues., Dec. 11th. On the day after those were submitted to the federal government regarding changes to “public charge,” elected officials and advocacy groups across the nation lambasted the Trump administration for what they say is callous treatment of immigrants seeking green cards. Congressman Adriano Espaillat said the proposal to change the definition of public charge undermines nutrition benefits for immigrants and families. “Since Day One, we have witnessed a series of attacks by the Trump administration targeting immigrant communities around our nation,” said Espaillat. “This ill-intentioned proposal will make it difficult for individuals seeking permanent residency in the United States. This is just more action taken by this administration to malign and impugn the motivation of immigrants.” But the proposed change adds new categories to the definition, including non-emergency Medicaid, Supplemental Nutrition Assistance Program (also known as SNAP or food stamps), Section 8 housing vouchers and more. The government must review all of the 200,000-plus comments before adopting any changes. Until then, no one will be penalized for using these benefits. Espaillat added that the proposed rule could cause tremendous hardship to immigrant families by making them choose between feeding their families, obtaining housing and health care or protecting their immigration status. In a joint statement of 32 local governments and the U.S. Conference of Mayors, Mayor Bill de Blasio called the White House policy “cruel” because it would force immigrants to choose between obtaining benefits for which they have a legal right and staying in the country legally. “The Trump administration’s hateful and racist rhetoric will not change who we are as a beacon to the world. We are joining cities and municipalities across the nation to fight this rule with every tool at our disposal,” he said. Calling the ruling not only cruel but illegal, District of Columbia Attorney General Karl A. Racine said D.C. stands with New York on this issue. “This proposal by the Trump administration is a radical departure from the current rule and makes it harder for tens of thousands of our residents in the District of Columbia to get their green cards,” he said. Mayor Jim Kenney said the ruling would endanger tens of thousands of Philadelphians. “This proposed rule would reverse policy that is fundamental to the identity of our country as a place where immigrants can come with just a few dollars in their pocket, work hard and build a better life for themselves and contribute to their new communities,” he said. The City of New York also formally submitted a comment to the Federal Register voicing strong opposition to the change. It stated that many New Yorkers would be denied green cards for having public benefits for which they are legally eligible. Additionally hundreds of thousands of other New Yorkers will be harmed through a “chilling effect” where families are forced to withdraw from critical safety net services for fear of immigration consequences. Most acutely affected, argue advocates, are the most vulnerable residents: the elderly, people with disabilities and children—including U.S. citizen children. The city estimated that, even using conservative assumptions, the proposed change could increase the poverty rate among impacted individuals by 3.8 percentage points, and could have a significant impact on citywide poverty overall. Councilmember Mark Levine added that the change would not only affect nearly half a million immigrant New Yorkers but also the entire economy. “This action is as heartless and draconian as anything the Trump administration has done. Our city can and must act locally to remedy this dangerous situation, to ensure that every New Yorker—regardless of immigration status—receives essential health care.” Estimating the change would cost the economy $164 billion a year, Councilmember Vanessa Gibson said it would also cause housing instability. “This proposal is a blatant ignorance and unprecedented overhaul of our current immigration system. We are a nation that should be fighting for a more inclusive and empathetic America, not disqualifying and discouraging health care access for our immigrants.” “The proposed changes to the public charge rule make it abundantly clear that this administration does not only want to limit legal immigration, but that it is willing to do so by targeting the most vulnerable among us,” added State Senator Gustavo Rivera. “This is the time to honor our state’s long-standing history of embracing our immigrant roots and communities, and we must not remain silent.”
Están reivindicando la historia. Los defensores, incluidos los organizadores de la campaña en línea ProtectingImmigrantFamilies.org, dicen que los más de 210,889 comentarios públicos que se presentaron recientemente al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) son una hazaña sin precedentes. “[¡La campaña ha batido el récord de mayores comentarios enviados al DHS en una regla propuesta con más de 200,000 comentarios públicos! ¡Lo hicimos! ¡Sigamos luchando!”, escribió Jackie Vimo, analista de políticas en el Centro Nacional de Leyes de Inmigración, en Twitter, el martes 11 de diciembre. El día después de que cientos de miles de personas fueran enviadas al gobierno federal respecto a los cambios a la “carga pública”, funcionarios electos y grupos de defensa en todo el país criticaron al gobierno de Trump por lo que dicen es un trato cruel a los inmigrantes que buscan tarjetas de residencia. El congresista Adriano Espaillat dijo que la propuesta de cambiar la definición de carga pública socava los beneficios de nutrición para los inmigrantes y sus familias. “Desde el primer día, hemos sido testigos de una serie de ataques por parte de la administración Trump hacia las comunidades de inmigrantes de nuestra nación”, dijo Espaillat. “Esta propuesta malintencionada complicará todo a las personas que buscan la residencia permanente en los Estados Unidos. Esta es solo una acción más tomada por esta administración para difamar e impugnar la motivación de los inmigrantes”. La administración Trump busca cambiar la definición de carga pública en relación con los inmigrantes que buscan el estatus de residente legal permanente. Una determinación de carga pública busca identificar a las personas que son, o que en el futuro pueden volverse, dependientes del gobierno para su subsistencia. La carga pública actual se define por dos tipos principales de beneficios: asistencia en efectivo (como los ingresos de la Seguridad Social y la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas) y la institucionalización para el cuidado a largo plazo. Pero el cambio propuesto agrega nuevas categorías a la definición, incluyendo Medicaid que no es de emergencia, Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (también conocido como SNAP o cupones de alimentos), vales de vivienda de la Sección 8 y más. El gobierno debe revisar todos los más de 200,000 comentarios antes de adaptar cualquier cambio. Hasta entonces, nadie será penalizado por usar estos beneficios. Espaillat agregó que la regla propuesta podría causar enormes dificultades a las familias inmigrantes al hacerles elegir entre alimentar a sus familias, obtener vivienda y atención médica o proteger su estatus migratorio. Llamando a la decisión no solo cruel sino ilegal, el fiscal general del Distrito de Columbia, Karl A. Racine, dijo que D.C. está con Nueva York en este tema. “Esta propuesta de la administración Trump es una desviación radical de la regla actual y dificulta que decenas de miles de nuestros residentes en el Distrito de Columbia obtengan sus tarjetas verdes”, dijo. El alcalde Jim Kenney dijo que el fallo pondría en peligro a decenas de miles de ciudadanos de Filadelfia. “Esta regla propuesta revertiría la política que es fundamental para la identidad de nuestro país como un lugar donde los inmigrantes pueden venir con solo unos pocos dólares en su bolsillo, trabajar duro y construir una vida mejor para ellos mismos y contribuir a sus nuevas comunidades”, dijo. La ciudad de Nueva York también envió formalmente un comentario al Registro Federal, expresando una fuerte oposición al cambio. Declaró que a muchos neoyorquinos se les negarían las tarjetas de residencia por tener beneficios públicos para los cuales son legalmente elegibles. Además, cientos de miles de otros neoyorquinos se verán perjudicados por un “efecto escalofriante” en el que las familias se verán obligadas a retirarse de los críticos servicios de red de seguridad por temor a las consecuencias de la inmigración. Los defensores más afectados, de acuerdo con los defensores, serían los residentes más vulnerables: los ancianos, las personas con discapacidad y los niños, incluidos niños ciudadanos de los Estados Unidos. La ciudad estimó que, incluso utilizando supuestos conservadores, el cambio propuesto podría aumentar la tasa de pobreza entre los individuos afectados en 3.8 puntos porcentuales, y podría tener un impacto significativo en la pobreza general de la ciudad. El concejal Mark Levine agregó que el cambio no solo afectaría a casi medio millón de neoyorquinos inmigrantes, sino también a toda la economía. “Esta acción es tan despiadada y draconiana como todo lo que ha hecho la administración Trump. Nuestra ciudad puede y debe actuar localmente para remediar esta peligrosa situación para garantizar que todos los neoyorquinos, independientemente de su estatus migratorio, reciban atención médica esencial”. La estimación del cambio costaría a la economía $164 mil millones de dólares anuales. La concejala Vanessa Gibson dijo que también causaría inestabilidad en la vivienda. “Esta propuesta es una ignorancia descarada y una revisión sin precedentes de nuestro actual sistema de inmigración. Somos una nación que debería estar luchando por un Estados Unidos más inclusivo y empático, no descalificando y desalentando el acceso a la atención médica para nuestros inmigrantes”. “Los cambios propuestos a la regla de carga pública dejan bastante claro que esta administración no solo quiere limitar la inmigración legal, sino que está dispuesta a hacerlo teniendo como objetivo a los más vulnerables entre nosotros”, agregó el senador estatal Gustavo Rivera. “Este es el momento de honrar la larga historia de nuestro estado de abrazar nuestras raíces y comunidades de inmigrantes, y no debemos permanecer en silencio”.
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The Trump administration wants to change the definition of public charge in relation to immigrants seeking permanent legal resident status. A public charge determination identifies people who are or who may in the future become dependent on the government for subsistence. Currently public charge is defined by two main types of benefits: cash assistance (such as Social Security Income and Temporary Assistance for Needy Families, or TANIF) and institutionalization for long-term care.
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En una declaración conjunta de 32 gobiernos locales y la Conferencia de Alcaldes de los Estados Unidos, el alcalde Bill de Blasio calificó de “cruel” la política de la Casa Blanca porque obligaría a los inmigrantes a elegir entre obtener beneficios -a los cuales tienen derecho- y quedarse legalmente en el país. “La retórica racista y de odio de la administración Trump no cambiará quienes somos como faro para el mundo. Nos unimos a ciudades y municipios de todo el país para luchar contra esta regla con cada herramienta a nuestra disposición”, dijo.