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A Different Memorial Day

Un Día de Conmemoración Diferente

A Different Memorial Day

By Bobby Watts, Executive Director
Care for the Homeless


homeless-man-in-the-coldOnce a year, on the longest night of the year, Homeless Persons’ Memorial Day is observed.

The winter solstice was chosen for this observance precisely because it recognizes that those living without shelter, exposed to the elements, are in life-threatening situations. It reminds us of the bleakness of life without a home. Last year over 175 communities across the United States had some ceremony or program to mark Homeless Memorial Day.

Of course Homeless Memorial Day is also a remembrance for those who died in our community in the last year without a home – for many of them without Homeless Person’s Memorial Day there would be no memorial program at all. It’s a time to recognize the human cost of homelessness to the more than 100,000 children, families and adults who experience it every year in New York City.

The human cost and suffering is immense. For children it can mean developmental delays, educational failures and emotional problems. For adults, too, it manifests in emotional and mental problems, broken families and connections and the loss of potential contributions to our community.

For all who are without stable housing it represents a health challenge. Studies have documented health outcomes are compromised for people experiencing homelessness. Epidemiologists have found homelessness not just to be highly correlated with numerous medical conditions, but causation for ill health in itself.

A child born in New York City today should be able to look forward to an average lifespan of over 80 years. But studies document that average age at mortality for chronically homelessness people living on the streets to be in their 40s or 50s; that’s a shocking 30 or more years of life lost because of homelessness.

The cost to our community is incalculable. We spent over $1 billion this year just on city homeless shelters and programs of the city Department of Homeless Services. That, of course, doesn’t count the loss of human potential, the cost of broken families and broken dreams, and the heavy cost it imposes on our medical and mental health services and other public resources.

But there’s a second, even more important, point to Homeless Memorial Day. It is the awareness that it doesn’t have to be like this. That modern day homelessness in America started in the 1980s. That public policy helped to create it, and better policies can end homelessness as we know it. Restoring our society’s commitment to ensuring affordable housing, and ensuring adequate health care and supportive housing to those that need it, would greatly reduce and prevent homelessness.

I am Executive Director of one of the oldest and largest providers of health care and human services to homeless people in New York City. Every day, in our licensed health clinics, I see our providers delivering life-changing and life-saving services. At our shelter for mentally ill and medically frail women, I see residents cared for with dignity and successfully move to more independent housing.

My dream is to put myself out of a job, and rendering our agency’s mission unnecessary. And it’s not an impossible dream because we know what works to reduce and prevent homelessness.

For no more than we’re spending on the current system, over time we could provide the housing, supports and services needed to solve modern day homelessness as we know it. That would mean no more people living on the streets. It’d mean the end to so much suffering. And, no need for more Homeless Person’s Memorial Days.

All are invited to the Homeless Memorial Day observance sponsored by the client leaders of Care for the Homeless, including a remembrance of individual people who died in New York City this year without a home. The event is occurring on Saturday, December 21st, the longest night of the year, at New Song Church, 2230 Frederick Douglas Boulevard (8th Avenue), between 120th and 121st Street, at 3:30 p.m. (and will last until about 6 p.m.).

Un Día de Conmemoración Diferente

Por Bobby Watts, Director Ejecutivo
Cuidando a las personas sin hogar


homeless-man-in-the-coldUna vez al año, en la noche más larga del año, se observa el Día Conmemorativo de las Personas Sin Hogar. El solsticio del invierno fue escogido para esta recordación precisamente porque reconoce que aquellos viviendo sin techo, expuestos a los elementos, están en situaciones amenazantes a su vida. Nos recuerda de la desolación de la vida sin un hogar. El año pasado más de 175 comunidades a través de los Estados Unidos tuvieron alguna ceremonia o programa para marcar el Día Conmemorativo de las Personas Sin Hogar.

Claro está, el Día Conmemorativo de las Personas Sin Hogar también es un recuerdo para aquellas que murieron en nuestra comunidad el año pasado sin un hogar – para muchos de ellos sin el Día de Conmemoración de las Personas Sin Hogar no habría programa alguno. Es un momento para reconocer el costo humano de la falta de vivienda de más de 100,000 niños, familias y adultos que lo experimentan cada año en la ciudad de Nueva York.

El costo humano y el sufrimiento es inmenso. Para los niños puede significar retraso en el desarrollo, fracasos educativos y problemas emocionales. También para los adultos, se manifiesta en problemas emocionales y mentales, familias rotas y conexiones, y la pérdida de potenciales contribuciones a nuestra comunidad.

Para todos aquellos sin una vivienda estable representa un reto de salud. Estudios han documentado que la salud está en juego para las personas experimentando falta de hogar. Los epidemiólogos han encontrado que la falta de hogar no solo está altamente relacionada con numerosas condiciones médicas, pero es la causa de enfermedades.

Un niño nacido hoy en la ciudad de Nueva York debería estar mirando hacia un promedio de vida de más de 80 años. Pero los estudios documentan que la edad promedio de mortalidad para personas sin hogar viviendo en las calles es de 40 o 50; sorprendentemente se pierden 30 o más años de vida debido a la falta de vivienda.

El costo a nuestra comunidad es incalculable. Gastamos más de $1 billón este año solo en los albergues para personas sin hogar en la ciudad y programas del Departamento de Servicios a Personas sin Hogar de la ciudad. Eso, claro está, no cuenta la pérdida del potencial humano, el costo de familias rotas y sueños rotos, y alto costo que impone en nuestros servicios médicos y mentales, y otros recursos públicos.

Pero hay un segundo punto, aun más importante, para el Día de la Conmemoración de las Personas sin Hogar. Es la conciencia de que no tiene que ser así. Esta modalidad sin hogar en America comenzó en el 1980. Que la política pública contribuyó a crearla, y mejores políticas pueden terminar l esta terrible realidad. Restaurando el compromiso de nuestra sociedad para asegurar vivienda asequible, y garantizar un adecuado cuidado de salud y ayuda en vivienda para aquellos que lo necesitan, reduciría grandemente y prevendría la falta de hogar.

Soy director Ejecutivo de uno de los más antiguos y más grandes proveedores de cuidado de salud y servicios a personas sin hogar en la ciudad de Nueva York. Cada día, en nuestras clínicas de salud con licencias, veo a nuestros proveedores cambiar vidas y salvar vidas. En nuestro albergue para mujeres mentalmente enfermas y médicamente frágiles, veo a residentes cuidados con dignidad y mudarse exitosamente a una vivienda más independiente.

Mi sueño es quedarme sin empleo, y que el rendimiento de la misión de nuestra agencia sea innecesario. Y no es un sueño imposible porque sabemos que funciona para reducir y prevenir la falta de vivienda.

Por no mucho más de lo que estamos gastando en nuestro actual sistema, con el tiempo podríamos proveer la vivienda, el apoyo y los servicios necesitados para resolver la falta de vivienda moderna como lo conocemos. Eso significaría no más personas viviendo en las calles. Significaría el final de tanto sufrimiento. Y no más necesidad de Dias Conmemorativos de Personas sin Hogar.

Todos están invitados al Día de Conmemoración de Personas sin Hogar auspiciado por los lideres de ‘Care for the Homeless’, incluyendo una recordación de individuos que murieron en la ciudad de Nueva York este año sin un hogar. El evento se celebrará el sábado, 21 de diciembre, la noche más larga del año, en la Iglesia New Song, en el 2230 de Frederick Douglas Boulevard (8va Avenida), entre las Calles 120 y 121, a las 3:30 p.m. (y durará hasta cerca de las 6:00 p.m.).

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