
A Congestion Celebration
Transit advocates hail congestion pricing plan
By Gregg McQueen

It was a price party.
Advocacy groups and elected officials gathered outside of Metropolitan Transit Authority (MTA) headquarters on Thursday to celebrate the inclusion of congestion pricing in the new state budget.
New York would be the first major U.S. city to implement congestion fees.
On March 31, Governor Andrew Cuomo and state lawmakers announced the state’s Fiscal Year 2020 budget, which included a long-discussed congestion pricing strategy, which will charge tolls to drivers entering Manhattan south of 60th Street.
The fees are expected to generate about $15 billion, which will be used to help fund the MTA.
Though the amount of the tolls are still to be determined, and will not go into effect until 2021, advocates hailed congestion pricing as a sorely needed way to inject revenue into the perpetually cash-strapped MTA.
“Our communities have been fighting for ten years to have this kind of policy in place and we finally had voices heard,” said Maritza Silva-Farrell, Executive Director of ALIGN.
“Congestion pricing will provide critical funding to fix our transit system. New York City will also be a model to take care of the road, reduce pollution and improve the quality of the air we breathe every day and mitigate our climate crisis.”

Proponents of the plan noted that other major cities such as London, Singapore and Stockholm had already experienced success with congestion pricing.
“Congestion pricing is not the end of what everyone is looking for, it is a tool to accomplish what everyone is looking for,” said John Raskin, Executive Director of the Riders Alliance. “It will help us fix the subways, it will help us address traffic congestion and improve the local economy.”
“[It] is a recognition that everyone benefits from public transportation,” he added. “Part of what we’ll be following up on in the coming year is to push for an outcome by which congestion pricing applies fairly and broadly in New York.”
Councilmember Ben Kallos said that additional transit improvements were still needed, especially as it pertains to buses, to reduce street congestion. “We need more bus lanes, we need all-door boarding, we need to pass legislation… for automated enforcement in every bus lanes,” he said.
Julie Tighe, President of the New York League of Conservation Voters, said congestion pricing was needed to reduce air pollution.
“Congestion pricing isn’t just about money,” she stated. “Transportation is now the number one source of greenhouse gases, more than power plants. We need to take action to make sure that people are moving out of their cars and back onto mass transit. We need to reduce air pollution, and it’s only going to happen if we actually reduce congestion.”

Councilmember Ydanis Rodríguez, Chair of the Council’s Committee on Transportation, acknowledged that congestion pricing had its share of critics, but suggested that naysayers would be swayed once the tolls were implemented.
“When they see the results, when they see that the money is used to make train stations accessible, to make buses run on time, they will see that this was good, and this was a victory,” he remarked.
However, Rodríguez cautioned that the MTA should be monitored to ensure they are using the added revenue properly.
“We cannot give a blank check to the MTA,” he warned. “We need to be sure that this money will be used mainly for maintenance and repair.”
Una celebración de la congestión
Defensores del transporte aplauden plan de precios de congestión
Por Gregg McQueen
Fue una fiesta de precios.

Grupos de defensa y funcionarios se reunieron afuera de la sede de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por sus siglas en inglés) el jueves para celebrar la inclusión de los precios de congestión en el nuevo presupuesto estatal.
Nueva York sería la primera ciudad importante de Estados Unidos en implementar tarifas de congestión.
El 31 de marzo, el gobernador Andrew Cuomo y los legisladores estatales anunciaron el presupuesto estatal para el año fiscal 2020, que incluía una estrategia de precios de congestión largamente discutida, que cobrará peajes a los conductores que ingresen a Manhattan al sur de la calle 60.
Se espera que las tarifas generen aproximadamente $15 mil millones de dólares, que se utilizarán para ayudar a financiar la MTA.
Aunque el monto de los peajes aún está por determinarse y no entrará en vigencia hasta el 2021, los defensores consideraron que el precio de congestión es una forma muy necesaria para inyectar ingresos en la MTA, que siempre tiene escasez de efectivo.
“Nuestras comunidades han estado luchando durante diez años para implementar este tipo de política y finalmente se escucharon nuestras voces”, dijo Maritza Silva-Farrell, directora ejecutiva de ALIGN.
“Los precios de congestión proporcionarán fondos críticos para reparar nuestro sistema de transporte. La ciudad de Nueva York también será un modelo para cuidar de los caminos, reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire que respiramos todos los días y mitigar nuestra crisis climática”.

Los defensores del plan señalaron que otras ciudades importantes como Londres, Singapur y Estocolmo ya había experimentado el éxito con los precios de congestión.
“Las tarifas de congestión no es el final de lo que todos buscan, es una herramienta para lograr lo que todos buscan”, dijo John Raskin, director ejecutivo de Riders Alliance. “Nos ayudará a reparar el metro, nos ayudará a enfrentar la congestión del tráfico y mejorar la economía local”. “[Es] es un reconocimiento de que todos se benefician del transporte público”, agregó. “Parte del seguimiento que haremos el próximo año es impulsar un resultado por el cual los precios de congestión se apliquen de manera justa y amplia en Nueva York”.
El concejal Ben Kallos dijo que aún se necesitan mejoras de adicionales de transporte, especialmente en lo que respecta a los autobuses, para reducir la congestión en las calles.
“Necesitamos más carriles de autobuses, necesitamos abordaje en todas las puertas, necesitamos aprobar leyes… para la aplicación automática de la ley en todos los carriles de autobuses”, dijo.
Julie Tighe, presidenta de la Liga de Votantes por la Conservación de Nueva York, explicó que se necesita un precio de congestión para reducir la contaminación del aire.
“La fijación de precios de congestión no se trata solo de dinero”, afirmó. “El transporte es ahora la fuente número uno de gases de efecto invernadero, más que las centrales eléctricas. Necesitamos tomar medidas para asegurarnos de que las personas estén dejando sus autos y regresando al transporte público. Necesitamos reducir la contaminación del aire, y solo va a suceder si realmente reducimos la congestión”.

El concejal Ydanis Rodríguez, presidente del Comité de Transporte del Concejo, reconoció que los precios de congestión tienen su parte de críticos, pero sugirió que los opositores serían desviados una vez que se implementaran los peajes. “Cuando vean los resultados, cuando vean que el dinero se utiliza para hacer accesibles las estaciones de tren, para hacer que los autobuses funcionen a tiempo, verán que esto era bueno y que fue una victoria”, comentó.
Sin embargo, Rodríguez advirtió que se debe monitorear la MTA para asegurar que utilicen los ingresos adicionales de manera adecuada.
“No podemos dar un cheque en blanco a la MTA”, advirtió. “Necesitamos estar seguros de que este dinero se utilizará principalmente para el mantenimiento y la reparación”.