A beacon at BOOM!
Una baliza en BOOM!Health

Story and photos by Gregg McQueen
“I’m here to listen and learn,” she said. New York City’s First Lady, Chirlane McCray, had come to the South Bronx for a firsthand look at the BOOM!Health harm reduction center on East 144th Street on Tues., Dec. 20. The center provides a variety of services designed at helping those dealing with substance abuse or HIV/AIDS, including harm reduction, counseling, health testing, overdose prevention and safe space. The site also provides meals, showers and haircuts, and features a full pharmacy and wellness center. Primary care medical services are provided on-site by Brightpoint Health. McCray said she wanted to visit the center because it’s viewed as a model for harm reduction facilities, and for its work combatting HIV/AIDS in the borough. As McCray has helped spearhead the de Blasio administration’s efforts to improve mental health services, she noted that she also hoped to gauge if efforts like ThriveNYC, the city’s $850 million mental health package, were affecting services for those dealing with substance abuse. During her visit, the First Lady received a tour of a BOOM!Health mobile outreach van and the interior of the harm reduction center, and sat down with participants to hear their personal stories of recovery. The BOOM!Health harm reduction center serves more than 12,000 individuals per year, said Samantha Paz, Assistant Vice President of Public Policy and Communications. “Participants can interact with us as little or as much as they want to,” Paz said. “They can remain anonymous and just access food and syringes, or they can engage with us on a much deeper basis.” McCray hopped aboard the center’s van, which goes out to high-risk neighborhoods five nights a week to offer HIV/Hepatitis C testing and perform community outreach. “We’re trying to connect people with our services and get them to come into our facility for more assistance,” said Harm Reduction Coordinator Adrian Feliciano. Vans also travel to areas where sex workers are known to be active, to conduct condom distribution and offer harm reduction training, Feliciano said. McCray then toured the inside of the facility, where Site Director Edward Manchess remarked, “In this building we try to meet all the needs of our participants all under one roof.” The syringe exchange program provides sterile syringes to injection drug users and offers safe disposal for used needles. Manchess told McCray that when the BOOM!Health center opened in 1995, 55 percent of people in surrounding neighborhood were infected by HIV. “The HIV infection rate here is now at 3 percent,” Manchess said. “We think that is directly attributable to the syringe exchange program.” McCray was also shown the site’s pharmacy, café and training rooms, where participants can learn to become peer counselors or train to receive paid stipends for working up to 20 hours per week in BOOM!Health’s office, preparing food or maintenance. “It’s a gateway to employment,” said Paz. The site also provides on-site mental health services, handling caseloads of 12 to 15 per day. “It gives me a place where I can be myself and not be judged by other individuals,” said Sade, a 46-year-old BOOM!Health participant, who told McCray that she was once a drug user and homeless. Sade has been coming to BOOM!Health for several years, and now has her bachelor’s degree and own apartment. “I’ve been through some things in my life, but I’ve been on a roll in a positive way thanks to this place,” she said. BOOM!Health President José M. Davila said that at-risk individuals tend to learn of BOOM!Health’s services through word-of-mouth. “We don’t do a lot of marketing,” he said. “Our participants do our marketing for us.” Afterwards, McCray said she was impressed by the facility and its staff. “It was warm and welcoming,” she remarked. “And I love the way it’s set up. Every interaction that someone makes with a person working here can lead to more services, that can lead on a path out of where they’re coming from, which is so important. It seems like common sense that we would have more places like this in the city.” After hearing from BOOM!Health officials that the center would like to institute a supervised injection program and a diversion program, McCray said those were programs the city needed to examine in terms of future funding to prevent overdose deaths. “Clearly, we need to explore more options,” she said, noting that the Health Department has estimated that 1,000 overdose deaths have occurred in 2016. “We have to explore other options — all options that exist — to get those numbers down,” McCray said. “Because these are people who are suffering, but it’s also families and communities. These are people who could be contributing to society, and we’re losing them.” For more information on ThriveNYC, please visit http://bit.ly/1N1m6Is. For more on BOOM!Health, please visit www.boomhealth.org or call 718.295.2666.
Historia y fotos por Gregg McQueen
“Estoy aquí para escuchar y aprender”, dijo. La primera dama de la ciudad de Nueva York, Chirlane McCray, acudió al Sur del Bronx para ver de primera mano el Centro BOOM!Health de reducción de daños, en la Calle 144 Este, el martes 20 de diciembre. El centro ofrece una variedad de servicios diseñados para ayudar a quienes lidian con el abuso de sustancias o VIH/SIDA, incluyendo reducción de daños, orientación, pruebas de salud, prevención de sobredosis y espacio seguro. El sitio también ofrece comidas, duchas y cortes de pelo, y cuenta con una farmacia completa y centro de bienestar. Brightpoint Health provee servicios médicos de atención primaria en el lugar. McCray dijo que quería visitar el sitio porque es visto como un modelo para las instalaciones de reducción de daños y por su trabajo de lucha contra el VIH/SIDA en el condado. Como McCray ha ayudado a encabezar los esfuerzos de la administración del alcalde de Blasio para mejorar los servicios de salud mental, señaló que también esperaba medir si los esfuerzos como ThriveNYC, el paquete de salud mental de 850 millones de dólares de la ciudad, son servicios efectivos para los que luchan contra el abuso de sustancias. Durante su visita, la primera dama hizo un recorrido en la furgoneta BOOM!Health de alcance y por el interior del centro de reducción de daños, y se sentó con los participantes para escuchar sus historias personales de recuperación. El centro de reducción de daños de BOOM!Health atiende a más de 12,000 personas al año, dijo Samantha Paz, vicepresidenta asistente de Políticas Públicas y Comunicaciones. “Los participantes pueden interactuar con nosotros tanto como quieran”, dijo Paz. “Pueden permanecer en el anonimato y tener acceso a alimentos y jeringas, o pueden comprometerse con nosotros en una base mucho más profunda”. A McCray se le mostró una furgoneta de alcance, que sale a los barrios de alto riesgo cinco noches a la semana para ofrecer pruebas de VIH/Hepatitis C y realizar actividades de alcance comunitario. “Estamos tratando de conectar a las personas con nuestros servicios y hacer que entren a nuestras instalaciones para obtener más ayuda”, dijo el coordinador de Reducción de Daños, Adrián Feliciano. La furgoneta también viaja a áreas donde se sabe que las trabajadoras sexuales son activas para distribuir condones y ofrecer entrenamiento de reducción de daños, dijo Feliciano. McCray luego recorrió el interior de la instalación, donde el director del sitio, Edward Manchess, comentó: “En este edificio tratamos de satisfacer todas las necesidades de nuestros participantes bajo un mismo techo”. La primera planta del edificio cuenta con un programa de intercambio de jeringas, centro de pruebas de VIH e instalaciones para que los participantes reciban correo, se bañen, laven ropa y se alimenten. El programa de intercambio de jeringas proporciona jeringas estériles a los consumidores de drogas inyectables y ofrece la eliminación segura de las agujas usadas. Manchess le dijo a McCray que cuando el centro BOOM!Health abrió sus puertas en 1995, el 55 por ciento de las personas de los alrededores estaban infectadas con VIH. “La tasa de infección por VIH está ahora en el 3 por ciento”, dijo Manchess. “Creemos que es directamente atribuible al programa de intercambio de jeringas”. A McCray también se le mostró la farmacia del lugar, la cafetería y la sala de capacitación, donde los participantes pueden aprender a ser consejeros de pares o capacitarse para recibir estipendios pagados por trabajar hasta 20 horas por semana en la oficina de BOOM!Health, preparando comida o haciendo mantenimiento. “Es una puerta de entrada al empleo”, dijo Paz. El sitio también proporciona servicios de salud mental en el lugar, manejando entre 12 y 15 casos por día. “Me da un lugar donde puedo ser yo misma y no ser juzgada por otros individuos”, dijo Sade, una participante de 46 años de edad BOOM!Health, quien le dijo a McCray que alguna vez fue usuaria de drogas y persona sin hogar. Sade ha estado viniendo a BOOM!Health por varios años, y ahora tiene su licenciatura y su propio apartamento. “He pasado por algunas cosas en mi vida, pero he estado en una racha positiva gracias a este lugar”, dijo. El presidente de BOOM!Health, José M. Dávila, dijo que los individuos en riesgo tienden a saber de los servicios del lugar a través del boca a boca. “No hacemos mucha mercadotecnia”, explicó. “Nuestros participantes lo hacen por nosotros”. Después, McCray dijo que estaba impresionada por la instalación y su personal. Después de escuchar de funcionarios de BOOM!Health que el centro desearía instituir un programa de inyección supervisada y un programa de distracción, McCray dijo que esos eran programas que la ciudad necesitaba examinar en términos de financiamiento futuro para prevenir muertes por sobredosis. “Claramente, tenemos que explorar más opciones”, dijo, señalando que el Departamento de Salud ha estimado que 1,000 muertes por sobredosis se han producido en 2016. “Tenemos que explorar otras opciones, todas las que existen, para hacer que esos números disminuyan”, dijo McCray. “Porque todas estas personas están sufriendo, pero también son familias y comunidades. Son personas que podrían estar contribuyendo a la sociedad, y las estamos perdiendo”. Para más información sobre ThriveNYC, favor visite http://bit.ly/1N1m6Is. Para más sobre BOOM!Health, favor visite www.boomhealth.org o llame al 718.295.2666.
A beacon at BOOM!
First Lady visits comprehensive health center
The building’s first floor features a syringe exchange program, HIV testing center, and facilities for participants to receive mail, shower, do laundry and get a meal.
Una baliza en BOOM!Health
“Fue cálido y acogedor”, comentó. “Y me encanta la forma en que está configurada. Cada interacción que alguien hace con una persona que trabaja aquí puede conducir a más servicios, que pueden llevar a una salida de donde vienen, lo que es tan importante. Parece sentido común que tuviéramos más lugares como este en la ciudad”.